El FC Barcelona sudó muchísimo para conseguir tres puntos frente al Oporto y sellar así su pase a los octavos de final de la Champions League. Un partido donde los de Xavi Hernández tuvieron que recurrir al espíritu de las remontadas para lograr un triunfo vital.
El conjunto culé se vio por detrás en el marcador tras un gol a la media hora de arrancar el partido de Pepe. El Barça no se vino abajo y respondió de manera inmediata con Joao Cancelo, que volvió a demostrar todo el talento que atesoran sus botas para convertirse en un futbolista decisivo.
El golpe de gracia llegó gracias a Joao Félix. El delantero portugués se mostró muy incisivo de cara a portería y rozó el gol en varias ocasiones, llegando a toparse una vez con el palo. El premio gordo le llegó al cuarto de hora de la segunda parte, cuando finalizó una acción coral de Joao Cancelo e hizo el tanto de la victoria de los culés.
De este modo, el Barça certifica su pase a los octavos de final tras llevarse un apretado triunfo frente al Oporto. Con 12 puntos, los de Xavi Hernández lideran su grupo y todo hace indicar, salvo debacle, que acabarán en la primera posición.
Igualdad total
Barça y Oporto se la jugaban a cara o cruz en Montjuïc. Los dos sabían que una derrota les hacía complicarse la vida en exceso, pero ambos salieron sin miedo al terreno de juego. Los culés buscaban el dominio desde la posesión y los portugueses querían salir rápido al contragolpe. Cada uno en su esencia.
Las primeras ocasiones no tardaron en llegar y plasmaron que el Oporto tenía mucho más peligro en las botas de sus jugadores. Los de Sérgio Conceição obligaron a exprimirse a Iñaki Peña desde el inicio con llegadas de Evanilson o Galeno. En el Barça, solo Raphinha parecía generar algo en el último tramo.
Tras varios acercamientos serios del Barça, fue el Oporto el que golpeó primero. Taremi marcó tras un balón prolongado, pero el delantero iraní estaba adelantado por poco. Era un susto grande e Iñaki Peña empezaba a tomar más protagonismo sobre el césped, y eso no era buena noticia para los de Xavi.
El jarro de agua fría para los culés llegó a la media hora de partido. Una jugada con muchos rechaces, y poca contundencia defensiva, la aprovechó Pepe para adelantar al Oporto. Eso sí, en un abrir y cerrar de ojos, Cancelo igualó el partido apenas un minuto después. Un latigazo desde el costado izquierdo empataba el encuentro. Era un duelo completamente eléctrico.
A partir de ese momento, el partido comenzó a entrar en una fase llena de frenesí. Tanto Barça como Oporto pudieron adelantarse, pero ya fuese por demérito de los delanteros, como Raphinha o Taremi, o por acierto de los porteros, con importantes paradas de Diogo y Peña, el partido siguió empate al descanso.
Joao Félix culmina
El paso por vestuarios pareció sentar mejor al Barça. A los diez segundos de la reanudación pudo marcar Joao Félix con un zapatazo que se estrelló en el larguero. Un par de minutos después tuvo otra muy clara para hacer el segundo, pero se le resistía ese ansiado tanto.
El Oporto a punto estuvo de devolverle la moneda en una de esas peligrosísimas salidas al contragolpe de los suyos. Pepe desmontó a la defensa culé, pero Taremi no llegó a su pase por milímetros ante la oposición del siempre providencial Ronald Araujo.
Y cuando sueles perdonar lo acabas pagando. Una fantástica combinación de los 'Joaos' en las inmediaciones del área del Oporto acabó con Joao Félix cruzando un remate de primeras. Imposible para Diogo Costa y Montjuïc se fundía en un sonoro grito para desahogarse tras la tensión vivida a lo largo de los sesenta minutos iniciales.
Desde ese momento, los de Xavi buscaron dormir el partido por activa y por pasiva. Los chispazos y las llegadas empezaron a reducirse, incluidas las del Oporto. Lewandowski y Raphinha tuvieron opciones de hacer el tercero, pero el primero se durmió y el segundo se topó con el guardameta rival.
Xavi quiso introducir mordiente sobre el terreno de juego para evitar que su equipo se durmiese. Metió a Ferran Torres y retiró al goleador Joao Félix. Mientras tanto, Joao Cancelo rondaba el empate con una jugada personal. En una de esas, el Oporto robó y casi logra el empate tras un nuevo error culé en la defensa.
Ferran rozó el tercero tras un disparo monumental desde la frontal. Su rosca se marchó por poquísimo y casi toca el larguero. Hubo tensión y emoción hasta el pitido final, pero el Barça acabó amarrando tres puntos importantísimos para sellar su pase a los octavos de final de la Champions League.