El FC Barcelona está viviendo una temporada marcada por la crisis económica. El conjunto culé se encuentra en una situación crítica y que no parece mejorar con el paso de los meses. Además, se ha visto afectada por los altibajos sobre el terreno de juego, donde también han dejado una cantidad reseñable de dudas.
Ante esa grave situación, hay un elemento que parece ser más un lastre que una solución para el FC Barcelona. Y ese no es otro que el Estadio Olímpico de Montjuïc, la casa del equipo presidido por Joan Laporta. Parecía ser el lugar idóneo para disputar los partidos esta temporada, pero se está convirtiendo en un reflejo de las duras circunstancias por las que pasa la entidad.
La salida del Camp Nou por unos meses ha desenmascarado el problema que tiene el Barça con la afluencia de aficionados. La marcha de uno de los centros neurálgicos de Barcelona para trasladarse a las afueras, aunque sea momentáneamente, ha hecho que se consume un considerable fracaso.
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El claro ejemplo de ello fue el partido frente al Atlético de Madrid. Frente al conjunto colchonero, en lo que era uno de los encuentros más potentes del campeonato liguero, la realidad golpeó de bruces al Barça y se topó con la peor entrada de la temporada. Cierto es que afectaron algunos elementos como el horario o el clima, pero confirmó la tónica habitual que se está viviendo en Montjuïc este año.
Es más, el Barça quedó retratado por la comparativa, pues el Femenino, liderado por jugadoras como Aitana Bonmatí o Irene Putellas, atrajo a más personas que frente al Atlético. 38.707 del duelo contra el Real Madrid Femenino por los 34.568 aficionados congregados en la última jornada de liga.
Esto ha supuesto un bajón tremendo para las cuentas del club. Acostumbrado a llenar el Camp Nou, la afluencia ha caído notablemente en Montjuïc y, por tanto, se ha dejado de hacer más caja, siendo un elemento notable en las arcas culés para sacar dinero a lo largo de la temporada.
Pocos socios y altos precios
Uno de los elementos más llamativos del traslado al Lluis Companys fue la escasa recepción que tuvo entre los socios. Tan solo un 20,19% solicitaron el abono para el nuevo estadio, es decir, 16.864 personas. Un porcentaje muy lejos del esperado, ya que estaba cifrado en cerca de un 33%, lo que suponía 27.385 personas.
Una encuesta del Observatori Blaugrana realizada la pasada temporada ya dejaba entrever la poca aceptación que iba a tener su nuevo estadio. 3.000 socios, tanto abonados como no, fueron preguntados acerca de la nueva llegada a Montjuïc y la nota no superó la del aprobado. En total, la calificaban con un 5,07 sobre 10, por lo que los números tampoco deben de sorprender al club, que ya era conocedor de lo que estaba por venir.
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Un rechazo casi constante que ha terminado por consumarse debido a los altísimos precios que ha impuesto el FC Barcelona a todos aquellos que deseen ir a ver un partido del conjunto culé esta temporada. Por poner un ejemplo, la más baja para poder entrar al recinto a ver el partido frente al Atlético de Madrid era de 99 euros en una esquina. Y si ya se quería una más cara, había otras a las que se podían acceder por 219 euros, sin contar con los tickets vips o más especiales.
Otro caso sangrante fue contra el Real Madrid en el primer Clásico de esta temporada. En una medida desesperada por poner los precios por las nubes para hacer caja, el club puso a disposición de la hinchada visitante entradas por valor de 179 euros, la más barata, convirtiéndose en las más caras de LaLiga.
Las gradas de Montjuïc también han dado lugar a controversia debido a la puesta a la venta por parte del Barça de tickets con poca o nula visibilidad. Un hecho que ha provocado que muchos aficionados culés hayan criticado esta dudosa práctica a lo largo de toda la temporada.
Medida desesperada
El Barça ya ha recibido un duro golpe de realidad al ver cómo su público no le ha seguido los pasos en el Lluís Companys. Una situación que ha obligado a tomar drásticas medidas al club para tratar de revertir esa mala situación de afluencia por la que está pasando su actual recinto deportivo.
Para ello, han decidido apostar por un nuevo modelo para ir al fútbol de cara al comienzo de 2024 y así atraer a gente, buscando que inviertan su dinero a través de diferentes actividades tanto antes como después de los partidos.
A partir del comienzo de 2024, pondrá en marcha el Barça Fest, una fiesta con música y demás elementos muy cerca del Lluis Companys. Además de tener que pagar la entrada del partido, todos los aquellos aficionados que quieran ir tendrán que pagar otra. Un negocio para atraer a fans, pero donde parece predominar el dinero.
De hecho, ya le han puesto fecha al inicio de este proyecto para buscar que la gente acuda hasta el Estadio Olímpico de Montjuïc. Se pondrá en marcha frente al Villarreal el fin de semana del 27 y 28 de enero, por lo que todavía habrá que esperar algo más de un mes. Eso sí, no será gratis pues todos aquellos que decidan acudir hasta allí, puesto que se encuentra muy cerca de Montjuïc, deberán de comprar previamente la entrada por un módico precio de 10 euros.