El fútbol español se levantó este miércoles con la noticia del fichaje de Bryan Zaragoza por el Bayern de Múnich. Esto supone la salida de uno de los mayores talentos nacionales rumbo a Alemania. Otra marcha más que consuma una tendencia cada vez mayor, la de los fichajes extranjeros en nuestro campeonato.
Hace un tiempo, LaLiga era la competición local de clubes más poderosa y los futbolistas se pegaban por venir a cualquier club. Esa dinámica ha cambiado y prácticamente casi cualquier talento que sale de nuestro país acaba en un club extranjero. Un drama total, pues apenas se puede apostar por talento nacional, ya que los equipos españoles no pueden competir con el poderío económico de sus rivales.
La marcha de Bryan Zaragoza supone un duro palo para el Granada, que ve cómo uno de sus jugadores más diferenciales pone rumbo a la Bundesliga por apenas 15 millones de euros, aunque por suerte le podrán aguantar hasta el próximo 30 de junio. Una cantidad que parece pequeña, pero que pocos clubes en España pueden afrontar. Es decir, ya no existe esa clase media y los equipos no quieren arriesgarse a contratar a alguien desembolsando tal cifra, se buscan fichajes a coste cero.
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Clubes como Sevilla, Villarreal, Valencia, Mallorca o Betis han sido incapaces de competir y poner sobre la mesa tal cantidad. La enorme diferencia, económicamente hablando, y la soga del límite salarial ha provocado que no puedan asumir dichos costes. Esto ha dado lugar a que los equipos extranjeros puedan pescar a sus anchas en nuestra competición.
Sangría constante
El último verano fue un reflejo total de la salida de jóvenes talentos o futbolistas consagrados de nuestra competición rumbo al extranjero. La facilidad para desembolsar grandes cantidades de millones provocó que muchos jugadores abandonaran los clubes españoles para emprender aventuras en el extranjero.
Especialmente afectados estuvieron los clubes de la llamada clase media. Betis, Sevilla, Villarreal, Valencia o Celta de Vigo fueron alguno de los que vieron cómo las grandes ligas se reforzaban con algunos de sus futbolistas más importantes. Mientras tanto, ellos apenas podían competir con esas cantidades.
Ya no es solo la Premier League, la líder por antonomasia en este tipo de ránkings. Esto se debe a que Italia, Arabia Saudí, Francia o Alemania también han pescado en clubes de nuestro país. Mientras tanto, LaLiga está siendo incapaz de competir con ellos en ese sentido.
Uno de los clubes más afectados de la llegada de capital extranjero para firmar a sus jugadores ha sido el Villarreal. El pasado verano el conjunto castellonense vio cómo se tuvo que deshacer de varios futbolistas con mucho peso dentro del equipo como Pau Torres, Samu Chukwueze o Nico Jackson. Dos se fueron a la Premier League y otro puso rumbo a Italia.
Por poner ejemplos, el pasado verano Francia pescó a futbolistas de la talla de Kang-In Lee y Ousmane Dembélé. El PSG se gastó 22 millones de euros en el primero e invirtió 50 millones en el segundo. Dos firmas relevantes, pues ambos tenían mucho peso en el Mallorca y en el FC Barcelona.
Italia también hizo pequeños estragos en nuestra liga. Se llevó a uno de los delanteros que más había crecido a lo largo de la pasada temporada, puesto que el Atalanta desembolsó 28 millones al Almería por El Bilal Touré. El AC Milán también pescó en aguas revueltas en Valencia y Villarreal. Firmó a Yunus Musah y Samu Chukwueze por 20 y 28 millones respectivamente. El Sassuolo se llevó además a Uros Racic del equipo que dirige Rubén Baraja por algo menos de tres kilos, es decir, una ganga para los transalpinos. Y no hay que olvidar los 12 que pagó la Salernitana por Boulaye Dia, por el que ejecutó su opción de compra a los castellonenses.
Arabia Saudí firmó a varios jugadores de esa clase media tras pagar notables cantidades de dinero. Se llevó a Gabri Veiga (40 millones) del Celta, ató a Franck Kessié (12,5 millones) del Barça, se reforzó con Yannick Carrasco (15 millones) procedente del Atlético, arrebató a Luiz Felipe (15 millones) al Betis. Sin olvidarse de su fichaje estrella, el de Karim Benzema.
La Premier League, reina habitual en este sentido, también hizo sus operaciones para llevarse a esos futbolistas de clase media. Se llevó a Santi Bueno, del Girona, por 12 millones. Pau Torres y Nico Jackson dejaron el Villarreal para enrolarse en clubes de Inglaterra como Aston Villa y Chelsea, que desembolsaron 33 y 37 millones respectivamente. También hicieron su particular agosto en el Atlético tras firmar a Matheus Cunha (50M) y Matt Doherty.
Incluso hasta ligas mucho más exóticas como México se han llevado a varios jugadores talentosos. El caso más sangrante es el de Sergio Canales, que se fue al Monterrey únicamente por 10 millones. También abandonaron LaLiga Diego Laínez, rumbo a Tigres previo pago de 6,5 M, o Jesús Corona, por el que el Sevilla recibió 3,5 M para dejarle ir al Monterrey.
Una dinámica que no ha hecho más que debilitar a los clubes y que es un aviso para lo que puede llegar en el próximo mercado invernal. Muchos equipos extranjeros ya se frotan las manos con traspasos teóricamente asequibles y el caso de Bryan Zaragoza no ha hecho más que dar continuidad a esta tendencia.