El encuentro entre el Granada y el Athletic Club se tiñó de negro después de la muerte de un aficionado del conjunto nazarí durante el transcurso del partido a causa de un infarto. El suceso ocurrió en el minuto 18 de partido y fue gracias a Unai Simón, guardameta del Athletic que se parara el choque.
Unai Simón avisó al linier de que algo ocurría en las gradas del Nuevo Los Cármenes y avisó al linier para detener el partido. Rápidamente se puso en marcha la intervención de los servicios médicos y el protocolo para poder atender al aficionado.
Sin duda, fue un gesto vital para que las atenciones acudieran a la llamada de auxilio de los aficionados del Granada. La hinchada andaluza quiso reconocer la labor del portero del Athletic y le brindó una sonora ovación cuando el colegiado mandó a los futbolistas al túnel de vestuarios.
Los jugadores ya no volvieron a saltar al terreno de juego. Tras pararse el partido en el minuto 18, estuvieron realizando ejercicios de calentamiento durante casi media hora, pero finalmente abandonaron el verde.
Casi una hora después se suspendió de forma definitiva el encuentro. Llegó con un mensaje a través de la megafonía del estadio, y minutos después se conoció la triste noticia de la muerte del aficionado.