"Yo no me veo como salvador del club. Entre todos lo conseguimos". Es el humilde matiz que Antonio Hurtado (Puertollano, 1959) insiste en dar siempre que le preguntan si él salvó al Union Berlin y no iba a ser menos en esta entrevista. Este manchego que emigró a Alemania en los 70 fue capital para que hoy (21:00 horas) este equipo de barrio berlinés este recibiendo al Real Madrid en la Champions League.
No podrá abrir a Ancelotti y compañía las puertas de su verdadera casa, el estadio An der Alten Försterei -que puede acoger algo más de 22.000 aficionados, de los cuales 18.395 están de pie-. El partido se jugará en el Olímpico de Berlín, para amoldarse a las normas de la Champions y donde el conjunto madridista conquistó su segunda Copa de la UEFA en 1986.
Hurtado estará en el palco presidencial, si bien en la actualidad no tiene un cargo directivo en el club. Durante ocho años presidió la Junta del Union Berlin y esta es la forma de agradecer su trabajo a una figura muy querida a lo largo y ancho de la institución. Para Antonio, madridista de cuna, vivir de cerca un enfrentamiento contra el Real Madrid y conocer de cerca a los encargados de la gobernanza del club blanco es cumplir un sueño.
Pregunta - ¿Quién es Antonio Hurtado?
"Pues Antonio Hurtado es alguien al que con 13 años llevaron sus padres a Alemania, que se encontró con bastantes dificultades, sin saber el idioma y habiéndose criado con su abuelo y sus tíos, que tuvo que ganarse la vida en un nuevo país muy diferente a Castilla-La Mancha".
Cuando Antonio llegó a Alemania en 1972 con sus padres, pronto empezó a ir a clases. Iba al colegio en Luisburgo, cerca de la ciudad de Stuttgart, y lo primero que tenía que hacer era aprender el alemán. En la universidad estudió una Ingeniería e hizo más adelante un doctorado y un trabajo postdoctoral, en Aquisgrán. En 1999 le llegó el momento de mudarse a Berlín, para trabajar en una empresa estatal de gestión de residuos.
"Mi primera toma de contacto con Union Berlin tuvo lugar en el año 2001. La empresa en la que yo trabajaba apoyaba, en cierta manera, al club. La empresa colaboraba también con el departamento de juveniles, ahí comencé mi relación con Union y le empecé a coger el gusto", relata Antonio Hurtado a EL ESPAÑOL sobre el inicio de su vinculación con el club alemán.
Por aquel entonces el equipo estaba en Tercera División, pero todavía no había tocado fondo. Eso llegó unos pocos años más tarde. Antonio ya se había enamorado del club: "Empecé a darme cuenta de que las personas que forman parte de este club, los socios y los aficionados en general, eran muy humildes y muy pobres, pero muy dedicados a este club y para apoyarlo en cada momento", señala.
Lo que conoció despertó en este emigrante manchego un sentimiento de responsabilidad que obligó a dar un paso adelante cuando el club estaba en riesgo de desaparecer: "Estuvimos muy cerquita. Digamos que estábamos en el borde y viendo ya la profundidad de dónde poder caer. Una situación catastrófica, a nivel económico y sin recursos del club. Y sin saber en ese momento cómo seguir adelante", dice.
Así salió adelante el Union Berlin
El Union Berlin no avanzaba en lo deportivo -con peligro de caer a Cuarta División-, pero lo que había en los despachos era todavía peor. Un caos. Y Hurtado, efectivamente, dio un paso adelante. A su empresa le dieron un puesto en la directiva en 2003 y, para 2004, Antonio se convirtió "en la cabeza del gremio de control del club, que es elegido por la asamblea de socios".
Aunque el club acabó descendiendo, a partir de la temporada siguiente empezó la resurrección del Union Berlin. Para ello, como explica Antonio, hubo que "hablar con partidos políticos en Berlín, hablar con empresarios y, sobre todo, hablar con la afición". "Al final, entre todos lo conseguimos. Yo no me veo como salvador del club. En todo caso, mirando hacia atrás, me veo como uno de muchos salvadores que gracias a Dios tuvo Union Berlín en ese momento", reconoce sin querer darse a sí mismo todo el protagonismo.
Y es que la afición siempre es una pata fundamental en cualquier club, pero en este más si cabe: "Siempre ha habido personas dispuestas a apoyar al club y comprendiendo muy bien su historia y su tradición, que ya fue algo fuera de serie en tiempos de la República Democrática y durante las dos Alemanias. Fue el club que plantó cara al sistema político de la República Democrática Alemana y, de hecho, tiene unos valores tremendos y hubiera sido una gran pena que se hubiera ido a pique este club", sostiene Antonio.
La tarea al frente de la Junta del Union Berlin le duró ocho años consecutivos, hasta 2012, antes de pasar a una vida laboral en la docencia. "Fue un tiempo muy, muy importante para el club, porque conseguimos una cierta estabilidad, tanto económica como a nivel deportivo. Y de ahí, pues se fue desarrollando el club de la manera que vemos hoy en día. Jugamos contra el Real Madrid y espero que volvamos lo antes posible a la Champions. Ya veremos. Lo tenemos difícil de momento", dice bromeando ya que al Union Berlin le está costando este año compaginar con la máxima competición europea y, por ahora, bordea los puestos de descenso en la Bundesliga.
Su experiencia en el Bernabéu
En ese crecimiento, y tras ser cuarto en la pasada Bundesliga, al Union Berlin le llegó hace poco más de dos meses la oportunidad de debutar en la Champions. Y lo hizo, además, en casa del rey de Europa. Aquella experiencia en el Santiago Bernabéu fue única para Antonio:
"Estar en el palco presidencial del Real Madrid, ahí sentado, no muy lejos de Florentino Pérez, es un sueño. Como aficionado del Real Madrid durante toda mi vida, imagínate la situación esa y ver a un Union Berlin salir al campo habiendo estado cuatro años antes en Segunda División. es algo que no lo olvidaré jamás, jamás en la vida".
Antonio Hurtado estuvo también en la comida de directivas, que rememora así: "Del contenido de la comida, del menú, no me acuerdo -risas-. Lo que sí me causó gran sensación y me llenó de orgullo fue poder mirar cara a cara a personas que llevan muchísimos años de gran responsabilidad en un club de la fama como la del Real Madrid. Poder saludar a un Florentino Pérez y expresarle mi admiración por la tarea que lleva ya adelante tantos años fue algo espléndido", explica. "Igual que poder saludar a Emilio Butragueño, que siempre fue mi ídolo como delantero centro en el Real Madrid y en la selección española", añade.
Y explica así cómo fue la comida: "A pesar de tratarse de un encuentro como David y Goliat, el gran Real Madrid y el pequeñito Unión Berlin, creo que desde el primer momento supimos desarrollar un ambiente muy cálido, muy amistoso, y espero que hoy lo podamos hacer de nuevo".
En sus palabras se denota ese madridismo que no oculta. Algo que solo puede comparar con su cariño hacia el Union Berlin: "Como español que soy, y con pasaporte español, y con la alegría de serlo, si Florentino me hiciera una oferta en la comida me lo pensaría -risas-. Trataría de combinar las ventajas de un club con las del otro. A Union Berlín, por supuesto, le queda mucho que aprender a nivel internacional".
"Hay que tomar un cierto desarrollo, porque volveremos a la Champions, volveremos a competiciones europeas y creo que cada experiencia pues va a servir para desarrollar el club de más en más". Y que mejor para eso que medirse al 14 veces campeón de Europa, pensará un Antonio que acaba la charla con este diario con unas palabras cariñosas: "Si hablas con Florentino, dile que espero su llamada".