El 'caso Negreira' ha sacudido los cimientos del fútbol español a lo largo de los últimos diez meses. El FC Barcelona se sentará ante la Justicia, además de varios presidentes y directivos de su historia reciente, por los más de 7 millones de euros en pagos que recibió José María Enríquez Negreira, exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, entre 2001 y 2018 del club azulgrana.

Negreira es uno de los nombres propios del deporte en 2023. Nacido en Barcelona en 1945, primero fue árbitro durante 17 años (1975-1992). Dos años después de retirarse, en 1994, ascendió a número dos de los árbitros en España. Durante el ejercicio de sus funciones en el máximo organismo de los colegiados, presidido entonces por Victoriano Sánchez Arminio, lo compaginó con una relación laboral con el Barça que se llevó en secreto.

Hasta que el pasado 15 de febrero de 2023 salió a la luz. La Cadena SER reveló que la Fiscalía investigaba a Enríquez Negreira por el pago de 1,4 millones entre 2016 a 2018 del Barça a una sociedad a su nombre. El motivo eran unos supuestos informes arbitrales. Se levantó la manta y siguió una investigación en la que algunos medios de comunicación, como EL ESPAÑOL, han jugado un papel fundamental.

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La primera reacción del Barça llegó sólo unas horas después de estallar el 'caso Negreira'. "No es casualidad que salga ahora", señaló Joan Laporta. Sin negar la existencia de estos informes, los justificó así: "Es una práctica habitual". El actual presidente del club azulgrana cuadriplicó el pago a Enríquez Negreira -de 145.000 a 573.000 euros al año- a su llegada a la presidencia en su primera etapa (2003).

Josep Maria Bartomeu cortó en 2018 los pagos a Negreira, cuando este dejó de ser vicepresidente de los árbitros tras ser despedido por Luis Rubiales a su llegada a la RFEF. El Barça recibió un burofax con una clara amenaza: "Si no hay acuerdo, saldrán todas las irregularidades". Antes de enviar el escrito, Negreira también amenazó al entonces presidente culé por teléfono tras rescindir el acuerdo.

José María Enríquez Negreira en una foto de archivo EFE

El 10 de marzo, la Fiscalía denuncia al FC Barcelona y Enríquez Negreira, a los expresidentes Bartomeu y Sandro Rosell y a los exdirectivos Òscar Grau y Albert Soler. Se les investigaba por corrupción continuada en los negocios, falsedad en documento y administración desleal por los pagos. La denuncia, que llegó tras una primera querella sin incluir al Barça del árbitro Estrada Fernández (24 de febrero), cambió el escenario por completo.

Antes de eso, como desveló EL ESPAÑOL, Enríquez Negreira había alegado sufrir alzhéimer para no responder ante la Justicia. También se había puesto el foco en su hijo, Javier Enríquez Romero -nacido en 1973-, que elaboraba vídeos de asesoramiento arbitral para el Barça y seguía teniendo relación con árbitros de Primera División, a los que acompañaba a los estadios.

El Barça nunca recibiría sanciones deportivas en España porque los hechos (aunque fueran considerados como 'infracciones muy graves') habían prescrito para la Ley del Deporte. Mientras, los árbitros se defendían ("No hay pruebas que digan que hemos sido deshonestos", dijo el actual presidente del CTA Medina Cantalejo) y la RFEF trasladaba su investigación a la UEFA.

Otra figura que ganaba relevancia era la de Albert Soler, exdirectivo del Barça y exdirector general de Deportes del CSD. En la RFEF, consideraban antes de que fuera imputado que podía conocer los hechos y no los comunicó. Otro directivo, Josep Contreras, ya fallecido, cobró comisiones de casi el 50% en los pagos del Barça a Negreira Jr.

La denuncia de la Fiscalía

La Fiscalía se querelló, solicitando también la declaración de Laporta y Joan Gaspart como testigo. Sus etapas en la presidencia en los años de los pagos a Negreira habían prescrito para la Justicia por los delitos por los que se investigan a las partes implicadas. Cuatro días después, el 14 de marzo, Anticorrupción asumió la investigación del 'caso Negreira' por la "especial trascendencia" del delito.

Los principales organismos anunciaron que se personarán en el caso: RFEF, CTA y CSD -que fue rechazado por el juez-. También el Real Madrid, que fue reconocido por el juez como potencial víctima. Varios socios del club blanco, y también del Barça, fueron también admitidos en la causa a finales de mayo.

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El sumario del 'caso Negreira' fue aireando detalles importantes de los hechos, muchos d ellos adelantados por este diario. Por ejemplo, Enríquez Negreira -aunque negó haber pagado a árbitros- declaró ante Hacienda que el Barça le pagaba para "asegurarse neutralidad".

El siguiente gran salto en el caso llegó el viernes 2 de junio. El juez del 'caso Negreira' amplió el periodo de investigación hasta 2001 y, además, imputó al Javier Enríquez Romero por presunto blanqueo de capitales. Se declaró el secreto de sumario durante un mes.

La UEFA espera para sancionar

Paralelamente, la UEFA emprendió su propia investigación del 'caso Negreira'. La abrió el 23 de marzo, bajo la sospecha de que el Barça podría haber violado su marco legal por los pagos al exvicepresidente de los árbitros en España. Esto abría la puerta a un castigo deportivo para el club azulgrana, puesto a que nivel europeo los hechos no habían prescrito.

Los dos inspectores del Comité de Ética y Disciplina de la UEFA encargados de la investigación recomendaron sancionar al Barça a través de un informe -no vinculante y sin eficacia jurídica-. La pelota estaba en el tejado del ejecutivo de la UEFA, que preside Aleksander Ceferin, pero a finales de junio comunicó al club catalán que no habría sanción -que hubiera sido la expulsión de la Champions League- hasta que exista una decisión final de la Justicia sobre la causa.

Nuevo tipo penal: cohecho

El 28 de septiembre fue otra jornada frenética respecto a la información del 'caso Negreira'. La Guardia Civil estuvo registrando durante once horas la sede de la RFEF en Las Rozas en busca de pruebas que pudieran esclarecer el papel que desempeñaba Negreira en el CTA.

Además, el juez envió un auto del caso mediante el cual atribuía al Barça y a Negreira un delito de cohecho al equiparar las funciones del excolegiado con las de un funcionario. El juez fue contundente en su escrito, llegando a señalar que los pagos del club azulgrana se hicieron "con toda claridad" para usar la influencia de Negreira en su beneficio.

Joan Laporta, presidente del FC Barcelona EFE

El cambio del tipo penal que afecta al Barça supone un riesgo mayor para la institución en base a las posibles penas. Según el artículo 31 bis del Código Penal, a una persona jurídica -como está imputado el club- se le puede imponer una fuerte multa de seis meses hasta cinco años. El artículo 33, dentro de la calificación como grave del delito, añade penas que van desde la suspensión de actividad hasta, en caso extremo y remoto, la disolución de la propia entidad.

Además, el cambio del tipo penal abría la posibilidad de que tanto Laporta como Gaspart fueran imputados por el 'caso Negreira'. Así se cumplió el pasado 18 de octubre con el actual presidente del Barça, investigado ahora por un delito de soborno tras la nueva interpretación realizada por el juez en el cálculo de la prescripción de los delitos. El juez también señaló que hubo un "grupo de árbitros corruptos" por los pagos a Negreira.

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En este contexto, se cierra el año en el que estalló el 'caso Negreira'. Desde el Barça, su discurso en público ha derivado hacia la denuncia de "un madridismo sociológico que quiere ensuciar al Barça". Anticorrupción recurrió en noviembre la imputación de Laporta. Los investigados se enfrentan a penas de entre tres y seis años de prisión.

Muchas preguntas quedan por resolver mientras se espera a conocer si se abre juicio oral. Muchas incógnitas en el aire, tales como ¿dónde está el dinero que Negreira recibió del Barça? El nerviosismo va a más en el entorno culé, mientras el resto del fútbol español no parece dispuesto a dejar pasar por alto unos hechos que pudieron dejar una mancha imborrable en el deporte nacional.