La FIFA se ha convertido en un organismo lleno de controversias en los últimos meses. El ente presidido por Gianni Infantino se ha visto salpicado por numerosas polémicas a lo largo de este 2023 y no dejan de salir informaciones que los relacionen con estos casos tan escabrosos.
La pasada semana el Tribunal de Justicia de la Unión Europea determinó que, junto a la UEFA, habían estado en abusando de una "posición dominante", es decir, habían actuado como un monopolio. Dejando atrás esa sentencia, la FIFA ha estado relacionada con informaciones que ponen en entredicho sus decisiones.
La última de ellas está referida a la exención del pago de impuestos en suelo australiano tras el Mundial femenino. Tanto la FIFA de Infantino como su empresa filial no tuvieron que abonar las tasas correspondientes tras llegar a un acuerdo con los organismos correspondientes, algo que ha causado la ira de las federaciones participantes en el torneo, tal y como ha desvelado The Guardian.
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Esto se debe a que las jugadoras sí que tuvieron que tributar parte de sus ingresos, llegando a pagar el 32,5% de lo generado en concepto de tasas. Algo que ha levantado ampollas especialmente en las federaciones africanas. Es decir, negociaron exenciones para el organismo, pero no para las futbolistas.
Además, esto se añade a la decisión de excluir a Brasil de sus competiciones internacionales por la injerencia política en la Federación o la decisión de otorgarle a Arabia Saudí la cita de 2034, tras aunar en el de 2030 partidos en hasta tres continentes (Europa, África y América).
Numerosas críticas
El negociar la exención de impuestos en Australia ha causado estupor porque las jugadoras sí que tuvieron que pasar por caja y desembolsar una cantidad notable de dinero. Algo que no ocurrió con lo que la FIFA tenía que tributar en Nueva Zelanda, donde no lograron alcanzar un acuerdo.
Algunos de los casos más sangrantes donde se ha producido este gran contraste ha sido con la selección de Nigeria. Las jugadoras del combinado africano tuvieron que abonar cerca de 42.500 dólares en concepto de tasas. Una cantidad más que notable teniendo en cuenta que se llevaron un total de 60.000 dólares.
Una de las voces que ha levantado la voz contra esa injusticia ha sido la leyenda de la selección australiana, Kathryn Gill. Ahora aupada en el puesto de codirectora ejecutiva de Professional Footballers Australia, la directiva ha puesto de manifiesto su decepción tras darse a conocer la noticia.
"Dado que la FIFA pudo negociar exenciones de retención de impuestos con el gobierno australiano para su beneficio, resulta desconcertante que esto no se extendiera a las mismas personas que ayudaron a generar los ingresos del torneo", explica al citado medio.
"Al adoptar este enfoque, los jugadores han tenido que cargar con la carga, a diferencia de la FIFA, que ha tratado de ser los beneficiarios", añade Gill. "Muchas de las jugadoras de esta generación tendrán que esperar otros cuatro años para ganar el mismo premio en metálico que los profesionales masculinos", reseña.
No obstante, tras darse a conocer la noticia, la FIFA trató de escudarse y lanzó balones fuera para exculparse. El organismo presidido por Gianni Infantino señaló directamente al Gobierno australiano como el principal culpable una vez que ellos sí lograron su objetivo de no pagar impuesto.
"Estas medidas incluyeron cooperar directamente con las autoridades de Australia para que los jugadores quedaran exentos de impuestos, lo que finalmente no fue aceptado. Si bien la FIFA no estuvo de acuerdo con la decisión, pero finalmente la respetó", aseguró un portavoz del organismo a The Guardian para excusarse por ese trato diferente.
El Mundial de Clubes
Otra de las polémicas que ha rodeado a la FIFA en estas semanas ha sido el próximo Mundial de Clubes. El nuevo formato de torneo contará con 32 equipos y se disputará en Estados Unidos a partir de 2025. Un proyecto puesto en marcha para generar una cantidad de dinero muy superior a la actual.
Sin embargo, pese a convertirlo en una máquina total de dinero, Infantino ha visto cómo ha sido un torneo ampliamente rechazado por clubes y futbolistas en su nueva versión. Aún así, pese a no contar con grandes apoyos, le permitirá a la FIFA lucrarse al llevarse 2.500, de los cuáles tendrían que repartir 2.000 entre los equipos, según el bussiness plan que ha trazado el organismo dirigido por el máximo mandatario del fútbol mundial.
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Pese a que pasará a ser disputarse cada cuatro años y con una duración de un mes, la lluvia de millones ha sido incapaz de convencer a los equipos y jugadores. Tal ha sido la impresión negativa que el sindicato FIFPro ha señalado duramente a la FIFA por su "falta de consideración".
"Sin implementar más medidas de seguridad para la carga de trabajo de los jugadores, (la Fifa) demuestra una falta de consideración por la salud mental y física de los futbolistas participantes, así como un desprecio por su vida personal y familiar", ha declarado FIFPro en su comunicado.