Javier Enríquez, el hijo de José María Enríquez Negreira, era una persona cercana a los árbitros profesionales de Primera y Segunda División, pero también incluso a los de las categorías inferiores. Eso es lo que se desprende de las palabras de Fernando Román en su declaración ante la Guardia Civil a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.
El colegiado palentino, que actualmente está en activo y arbitra partidos en Primera RFEF, la tercera categoría del fútbol español y antigua Segunda División B, confesó que "los árbitros de Segunda B sabían que era el hijo de Negreira".
Lo más llamativo de la declaración de Fernando Román, que también ejerce como colegiado asistente en partidos de Primera División, es que reconoció que Javier Enríquez Romero pudo haber usado a su padre para beneficiar a aquellos árbitros que le pagaban y decidían contratar sus servicios.
El palentino afirmó que, por lo que se comentaba en los corrillos del colectivo arbitral, Javier Enríquez podía tener cierta influencia en las decisiones de su padre "en el sentido de comentarle o informarle sobre los árbitros a los que Javier les impartía, a nivel particular, charlas de coaching".
Así, no vaciló en aseverar que "los árbitros que pagaban a Javier Enríquez podrían verse favorecidos en cuanto a los ascensos por tenerle contratado". Su padre, por entonces vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, podría "tener en cuenta los comentarios de Javier en relación a los árbitros que llevara". Esto supondría una desigualdad de trato entre los colegiados a la hora de ser recompensados o penalizados en función de sus actuaciones durante toda la temporada.
Una persona extrovertida
El alcance de la figura de Javier Enríquez se extendía, por lo tanto, no sólo a los árbitros que desempeñaban su labor en el fútbol profesional, sino también a aquellos de categorías inferiores como la por entonces denominada Segunda División B.
Fernando Román, tras contrastar con varios compañeros de su categoría que conocían al hijo de Enríquez Negreira, también se atrevió a catalogar su personalidad en su declaración ante la Guardia Civil. Así, dijo de él que era "una persona extrovertida, que aprovechaba la permanencia en las concentraciones técnicas para captar clientes". Javier Enríquez estaba muy presente, por lo tanto, en las convivencias de los árbitros.
Además, el colegiado palentino también aseguró en su declaración que, bajo su punto de vista, el vínculo familiar fue determinante para que Enríquez Romero fuera contratado por el Comité Técnico de Árbitros.
Por otra parte, la versión de Fernando Román coincidió con otras que ya se han conocido en el marco del 'caso Negreira' en las que se aseguraba que Javier Enríquez era el encargado de acompañar a los árbitros al Camp Nou en los días de partido del FC Barcelona.
El colegiado palentino afirmó ante la Guardia Civil que, en un encuentro de la Copa del Rey en el que él formaba parte del equipo arbitral, todos fueron recogidos en el hotel por Javier Enríquez y que después fueron llevados al Camp Nou en coche. "Javier permaneció por dentro de las instalaciones del estadio en las zonas no abiertas al público, ya que se movía con total libertad", confirmó este árbitro.