Tan sólo cuatro equipos quedan con vida en la Copa del Rey: Athletic, Atlético de Madrid, Mallorca y Real Sociedad. Ni Real Madrid -vigente campeón del torneo- ni FC Barcelona -defensor del título de Liga- están entre los semifinalistas. Esto en realidad ocurrió hace no tanto, en la edición de 2019/2020, en la que los dos equipos vascos llegaron a la final tras ganar al Granada y al Mirandés en la penúltima ronda.
Pero este año hay una circunstancia importante, la cual podría tener una grave incidencia sobre la Supercopa de España 2024/2025: peligra, sobre todo, la presencia del Barcelona en la siguiente edición del torneo que se juega en Arabia Saudí. En 2020, los culés se salvaron al quedar segundos de Liga tras el Real Madrid. Repetir aquello es ahora más complicado.
Para estar en la Supercopa, al Barça no le queda más remedio que llegar a las dos primeras posiciones de La Liga. Ahora es tercero, a siete puntos del Real Madrid y a ocho del Girona -que ha jugado un partido más-. La única alternativa sería que el Atleti llegara a la final de Copa, quedara entre los dos primeros de Liga y, entonces, accediera a la Supercopa el tercer clasificado liguero.
El problema principal para el Barça es que tanto Girona como Madrid han abierto una brecha considerable. Los rojiblancos están sorprendiendo por su capacidad de resistencia sumada a la calidad individual de varias de sus piezas. Mientras que el equipo blanco sí está cumpliendo con su papel de 'grande' y quiere su 36º campeonato doméstico.
No conseguir el objetivo, ni siquiera con la carambola mediante una gesta colchonera, supondría un duro varapalo para el Barça. En lo deportivo, pero también en lo económico que es casi lo que más importa en el club azulgrana desde hace unos años. La razón está en el contrato que firmó la Real Federación Española de Fútbol, cuando era presidida por Luis Rubiales, con Arabia Saudí.
La RFEF logró en 2019 cerrar un jugoso, y a la par polémico, contrato con Arabia Saudí para trasladar allí la disputa de la Supercopa de España. La otra novedad era que se haría bajo un formato de Final Four -enfrentando a los dos primeros de La Liga con los finalistas de la Copa del Rey-.
Aquel acuerdo estipuló que Arabia Saudí, por cada edición del torneo que se jugara en su país, pagaría hasta 40 millones de euros. Luego la RFEF reparte ese dinero en dos mitades, una para los equipos clasificados y otra para el fútbol base. Pero esa cifra no es fija sino el máximo a percibir, dependiendo todo de Madrid y Barça.
Arabia Saudí incluyó cláusulas de penalización en el contrato con la RFEF por si no se clasificaran Real Madrid y/o FC Barcelona a la Supercopa. Desde el cambio de formato no ha ocurrido, pero ante la delicada situación del equipo de Xavi parece más posible que nunca que pase de cara a la próxima edición.
Dichas cláusulas de penalización estipulan que los saudíes pagan diez millones menos si Madrid y Barça no juegan la Supercopa. Cinco en caso de contar con sólo uno de los dos. Esto es porque Arabia quería tener una especie de escudo por si algún año se quedaba sin su deseo de tener la posibilidad de albergar un Clásico en una de sus ciudades. En los últimos tres años se ha dado el enfrentamiento, contando las dos finales más recientes con un título para cada uno (Barça en 2023 y Madrid en 2024).
Más sospechas sobre el Barça
La RFEF, y en resumen el fútbol español, 'perderá' cinco millones si el Barça no entra en la Supercopa por la vía de La Liga. La situación es un arma de doble filo, puesto que puede dar pie a más sospechas sobre la integridad de la competición en un momento ya de por sí oscuro por el 'caso Negreira' y ahora las filtraciones del VAR.
Para ser claro, varios millones se ponen en juego cada año en base a que dos equipos en concreto (Real Madrid y Barça) se metan en la Supercopa por quedar entre los dos primeros de Liga o ser uno de los dos finalistas. Por su categoría, lo lógico es que ocurra; pero en el año en el que no sea así, como puede ser este, el lío está casi garantizado.
El Barça tiene cuatro meses por delante para enmendar el fiasco de la Copa y lo que viene siendo hasta ahora su Liga. De no conseguirlo, se quedará también sin seis millones de euros que es lo que percibe (igual que el Madrid) por participar en la Supercopa.
Los ocho restantes del dinero que se dirige a los clasificados se reparten entre los otros dos (el Atleti se lleva siempre más que el cuarto equipo) y los bonus en base a llegar a la final y ser campeón.
Decepción a la italiana
La apuesta de Arabia por la Supercopa se hizo para ver de cerca a dos de los mejores clubes del mundo, Real Madrid y Barça, casi cada año. También alberga la Supercopa italiana, y desde este año lo hace también bajo el formato de Final Four. El sueño de los saudíes no es otro que reunir a Juventus, Milan, Inter y un cuarto equipo (como el Nápoles) en su territorio.
Pero el estreno del formato no salió como esperaban. Ni Juventus ni Milan estuvieron la pasada semana en Riad. Nápoles y Lazio accedieron como 1º y 2º de la Serie A, mientras que Inter y Fiorentina llegaron como campeón y subcampeón de la Coppa, respectivamente.
Arabia se quedó sin recibir a dos de los equipos que más esperaba, junto a Inter, y eso también afectó a la caja a repartir para el fútbol italiano. Los saudíes quieren los mejores partidos y pagan bien por ello, pero se cubren las espaldas para cuando lo deportivo les deja sin cumplir sus deseos. El foco está puesto sobre el Barça de Xavi.