Este martes se ha llevado a cabo la segunda sesión del juicio a Dani Alves por una presunta agresión sexual a una joven cometida el 30 de diciembre de 2022. Bruno Brasil, amigo íntimo del futbolista, y Joana Sanz, mujer del brasileño, han compartido la misma versión a la que se ha aferrado la defensa del jugador.
Tanto uno como otro han asegurado que Dani Alves bebió mucho aquella noche y han remarcado que iba "borracho". Unas declaraciones que van en consonancia a los argumentos que había dado a conocer Inés Guardiola, la persona encargada de defender al futbolista.
"Vuelve a casa muy borracho, oliendo a alcohol. Se chocó contra el armario y se desplomó en la cama", ha explicado Joana Sanz ante el tribunal. La modelo canaria, todavía mujer de Alves, ha sido la última persona en declarar este martes ante la Audiencia Provincial de Barcelona.
Bruno Brasil, que ha declarado junto a un intérprete, ha asegurado ante el tribunal que no hubo un motivo relevante por el cuál se marcharon de la discoteca. "No nos fuimos por ningún motivo de peso, simplemente porque era tarde y habíamos bebido mucho", explicó, reforzando la versión de la defensa de Dani Alves.
[La defensa de Alves busca atenuantes tras la contundente declaración de la víctima]
La letrada de Dani Alves ha tratado de explotar en los últimos días dos vías para defender al futbolista. La primera de ellas está basada en acreditar el supuesto estado de embriaguez que tenía el brasileño aquella noche, algo que ha conseguido tras las declaraciones de varios amigos del jugador y de su mujer, Joana Sanz. Esto le ayudaría a demostrar que él no tenía claridad sobre los actos que estaba realizando en la madrugada del 30 de diciembre de 2022.
La segunda consiste en la alta cantidad de dinero que la jueza hizo depositar a Dani Alves a modo de fianza. Tuvo que desembolsar hasta 150.000 euros que servirán para que la supuesta víctima tenga como indemnización.
Contradicción del amigo de Alves
Tras la intervención de Bruno Brasil, la abogada de la denunciante ha visto una contradicción en sus palabras. La defensa de la víctima, liderada por Esther García, ha señalado que Bruno Brasil declaró en un primer momento que Dani Alves y su amigo se fueron de la discoteca Sutton porque al futbolista le dolía la barriga. Una versión distinta a la dada este martes.
"Ha habido una contradicción respecto a la declaración judicial, donde usted dijo que se marcharon de la discoteca porque, cuando salió del baño, a Alves le dolía mucho la barriga", ha explicado la letrada. "Aquella declaración no quedó muy clara, la tuve que hacer en español", respondió Bruno Brasil.
El amigo de Dani Alves también dio más detallas acerca de lo que sucedió aquella noche en Sutton. Bruno Brasil declaró que tanto él como su allegado estuvieron bailando con las chicas que se encontraban en el reservado.
"Bailaban juntos como los demás. Al salir del baño, Dani vino a mi lado y siguió bailando en el mismo reservado. Estábamos yo y la prima, intercambiando redes sociales. Cuando salió la denunciante, vino habló conmigo y la prima y las dos se despidieron de mí", ha explicado el amigo del futbolista.
Por otro lado, Bruno Brasil también ha concretado que no vio ningún rasguño en la víctima cuando salió del baño. "No tenía ninguna marca en la cara, estaba normal", respondió tras ser preguntado por la acusación. Además, también añadió que se veía desde fuera que un baño al lugar donde entraron Alves y la denunciante. "Veía que era una puerta de baño porque estaba abierta, había luz", incidió.
"Estaba en shock"
Los distintos agentes de los Mossos d'Esquadra que acudieron hasta la Audiencia Provincial de Barcelona para declarar como testigos de la presunta agresión sexual también incidieron en varios aspectos. Uno de ellos es que la víctima "estaba en shock" y que "se creía culpable de todo".
"Explicó que la llegó a penetrar. Cuando recordaba los hechos se ponía a llorar. Inicialmente no quería denunciar. Se creía que era la culpable de todo", señaló uno de ellos. Además, dejó claro que la denunciante estaba "abrumada con los hechos, estaba en shock".
"Le costó mucho, estaba temblando, llorando. Tuvimos que calmarla durante bastante rato porque no era capaz de hablar. Dijo que estaba persona no la había dejado salir del sitio donde fuera, le había tocado sus partes genitales por dentro", explicó otro de ellos.
La declaración del director
El director de la discoteca, que ha explicado que Alves era un cliente habitual del local, ha detallado que se enteró de lo ocurrido al ver a la chica llorar, por lo que se acercó a ella y a sus dos amigas. "Costó muchísimo que nos dijera lo que había pasado", ha precisado.
Cuando este hombre estaba hablando con las tres jóvenes, Alves pasó por delante de él, caminando recto, sin despedirse, para salir de la discoteca, momento en el que la víctima les dijo que "había sido él", ha relatado.
Según el responsable de Sutton, la joven estaba "bastante alterada" y repetía que se quería ir a casa y, ante su insistencia para saber lo ocurrido, finalmente, les dijo que había sido víctima de una agresión sexual.
"Me dijo que no la iban a creer", ha recordado el testigo, que también ha precisado que la joven comentó que había entrado de forma voluntaria al baño donde se produjo la violación pero que una vez dentro quiso salir y "no pudo".