Luis Rubiales se ha convertido en el nombre más buscado de las últimas horas. La entrevista con Ana Pastor en el programa El Objetivo de laSexta ha sido la última pincelada de un retrato que tiene como protagonista al expresidente de la RFEF, quien está siendo investigado por las autoridades por presuntas irregularidades al frente del ente federativo.
Sin embargo, existe un Luis Rubiales al margen de la Real Federación Española de Fútbol. Un Luis Rubiales que no era presidente y ni siquiera directivo de ningún organismo. Un Luis Rubiales que fue futbolista, aspecto por el que comenzó a ser conocido en nuestro país, especialmente durante su paso por el Levante, con el que consiguió llegar a Primera División.
Por ello, muchas personas se acuerdan ahora de esa etapa del exfutbolista y se preguntan cómo fue realmente su carrera, esa que él siempre ha disfrazado de éxito, pero en la que en realidad pasó más desapercibido de lo que ha sabido vender a los medios durante su etapa más mediática. De hecho, los puntos más destacados de su camino son su único título y su despedida, la cual llegó lejos de nuestro país, en la futbolera Escocia.
¿Cómo fue la carrera de Luis Rubiales como futbolista?
A pesar de que lo lógico sería hablar en pasado de la carrera de Luis Rubiales como jugador, a él le gusta que se haga en presente. Y es que se sigue sintiendo futbolista. Así lo hacía ver en su última aparición pública, donde se refería a su relación con Jenni Hermoso y su polémico incidente en la entrega de medallas tras la final del Mundial de fútbol femenino como algo de "futbolista a futbolista".
El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol tuvo una carrera larga a pesar de que se retiró joven. Y es que empezó desde muy pequeño a jugar a buen nivel. Concretamente, desde los 14 años. A esa edad empezó a despuntar en el Motril, el equipo de su localidad natal, donde jugaba de lateral izquierdo. En aquellos momentos le apodaban 'pundonor' por su raza dentro del terreno de juego.
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Su siguiente paso lo dio en el Valencia, equipo que le fichó para sus categorías inferiores en el año 1994. Desde Paterna le abrieron las puertas de la selección española, debutando en la categoría Sub18. Sin embargo, poco después tuvo que recalar en el Amorós, un club de Tercera División asociado al Atlético de Madrid.
Después tuvo un periplo por clubes modestos como el Guadix, el Granada 74, el filial del Mallorca y el Lleida antes de recalar en el Xerez, donde tuvo que convivir por primera vez con los impagos y donde aprendió bajos las lecciones de una leyenda como Bernd Schuster. Desde ahí voló hasta Levante, donde vivió sus mejores días como futbolista dentro de una modesta carrera.
Rubiales en la Asamblea de la RFEF del pasado 25 de agosto de 2023 tras el beso a Jenni Hermoso.
Aterrizó en el Levante en el año 2003 y en su primer año disfrutó del mayor éxito de su carrera, su ascenso con el club granota a Primera División. Ese fue su único título como jugador profesional. Además, jugó durante tres temporadas en la élite del fútbol español, llegando a ser capitán y a rozar la centena de apariciones. Sin embargo, las lesiones de rodilla cortaron su progresión hasta que tuvo que cambiar el Ciutat de Valencia por el José Rico Pérez para defender los colores del Alicante CF en Segunda Divisón.
Llegado a ese punto, decidió afrontar la aventura más exótica de su carrera, su única temporada en el extranjero, un 'Erasmus' particular con el que puso fin a su trayectoria deportiva. Su despedida le llegó en el año 2009 en Escocia, más concretamente en el Hamilton Academical de Primera División. Sin embargo, su paso fue testimonial, ya que solo llegó a disputar cuatro encuentros.
¿Cómo llegó a presidente de la RFEF?
Luis Rubiales se retiró a los 32 años sin haber llegado a los 300 encuentros como futbolista profesional. Una carrera corta para un personaje que ha conseguido convertirse en uno de los rostros más conocidos del fútbol español. Y fue en ese momento cuando dio el salto a los despachos.
Sin embargo, su carrera en este ámbito comenzó unos años antes, especialmente cuando se convirtió en una especie de líder sindical del vestuario del Levante. Luchando contra nuevos impagos a la plantilla fue cómo empezó a reunir apoyos para unos años más tarde convertirse en el presidente de la AFE, la Asociación de Futbolistas Españoles. Esta es una institución que actúa a modo de sindicato al servicio del colectivo de todos los jugadores del país.
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En esta aventura permaneció durante 10 años, hasta que en 2018 dio el salto a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol, donde relevó a Ángel María Villar tras ganar en unas elecciones que volverán a celebrarse en unos meses para elegir a su sustituto después de que sus escándalos le hayan apartado del cargo.