Podrían ser los últimos momentos del estadio inglés, Old Trafford. El feudo donde el equipo del Manchester United lleva jugando partidos desde 1910, ha sufrido varios desperfectos en los últimos tiempos. El deterioro de las instalaciones fue evidente el pasado domingo 12 de mayo en el encuentro entre los locales y el Arsenal, perdiendo 0-1, cuando los daños y problemas en los techos provocaron verdaderas cataratas en un partido pasado por agua.
El director ejecutivo de la constructora, Chris Lee, admitió que el club de Old Trafford es consciente de que tanto los materiales como la estructura están "a punto de caducar". Advirtió, en especial, que el estado de la cimentación, la electricidad y otros puntos claves del estadio eran procupantes, dando lugar a problemas tales como goteras en el techo y zonas de la fachada oxidada.
Ante esto, parece ser que la solución óptima sería construir un nuevo estadio. De hecho, desde las oficinas de Old Trafford ya han llegado rumores sobre un proyecto llamado 'El Wembley del Norte', un estadio que no dejará indiferente a nadie.
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El nuevo Wembley
La idea sería construir el nuevo estadio en un periodo de 8 años, y ubicarlo junto al actual Old Trafford. Mientras levantan el nuevo hogar del Manchester United, utilizarían el feudo original para organizar los partidos y así no reducir los ingresos del club.
Pese a que la financiación de este 'Wembley del Norte' está aún sin resolver, algunos medios ingleses afirman que Jim Ratcliffe, quien adquirió un 25% del club en 2003, ya está elaborando una estrategia para que el gobierno de Reino Unido cubra un gasto cercano a 2.400 millones de euros. El empresario, negociador y multimillonario inglés ya ha comenzado a dialogar con las autoridades municipales para alzar este imperio.
El plan para el nuevo campo es crear un lugar que rivalice al estadio de Wembley, y que pueda acoger a 90.000 espectadores.
El desastre en comentarios
Tras el enfrentamiento, marcado por una tormenta y una lluvia torrencial que dificultó el juego de ambos equipos, las criticas no dejaron de llegar. Los aficionados mostraron su descontento, ya que no pudieron disfrutar del partido de forma segura y cómoda. Muchos incluso se fueron antes de que el encuentro terminase, y las redes han estallado en respuesta.
Las últimas obras de mantenimiento y restauración del campo de fútbol fueron entre los años 1990 y 2000. Además, la última final de Champions que se disputó en Old Trafford fue en 2003.
Comentarios de todo tipo inundaban las redes, tras el chaparrón del enfrentamiento entre el Manchester United y el Arsenal: "Estadio de mierda, fútbol de mierda, 50 libras más la entrada. La próxima vez, paso"; "Necesitamos sacar a los Glazer y empezar de nuevo desde arriba hacia abajo. Una mano de pintura no es la solución"; "Tenemos una cascada"; "Hoy estaba húmedo en Old Trafford. Los Glazer necesitan invertir en arreglar el techo del estadio".