El lado del fútbol más nostálgico se ha despertado este lunes 14 de junio con una trágica y triste noticia. Se trata de la muerte de José María Caneda, histórico presidente de la SD Compostela entre los años 1988 y 2011. Su paso por el club gallego será siempre recordado porque bajo su mandato consiguieron ascender a Primera División. 

Sin embargo, Caneda ha tenido un final de lo más dramático. El mítico dirigente del fútbol español ha vivido la última parte de su vida luchando contra un agresivo cáncer de estómago que se vio agravado también por otro cáncer, en este caso en el esófago. Ambas enfermedades terminaron apagando la llama de uno de los presidentes más polémicos de la historia del fútbol español. 

Para siempre quedarán en el recuerdo sus enfrentamientos con Jesús Gil, antiguo dueño y presidente del Atlético de Madrid. El más mítico fue el que se produjo a la entrada de la sede de LaLiga, cuando el presidente del Compostela tuvo una acalorada discusión con el dirigente rojiblanco que terminó en grave trifulca. 

En mitad de los insultos, Jesús Gil lanzó un puñetazo que terminó impactando en el rostro de José González Fidalgo, quien en ese momento era el apoderado del propio Caneda. Tras esta brutal agresión se desató un tumulto entre las tres personas que terminó siendo sofocado por la seguridad privada de Gil. 

Sin embargo, la vida de Caneda no solo estuvo ligada a los escándalos, si no también a los movimientos de dinero. Especialmente con la SD Compostela como piedra angular de sus proyectos. Por ello, durante años reunió una fortuna millonaria que tiempo después terminó pasando a manos de Hacienda por las irregularidades cometidas desde diferentes frentes. 

Propiedades, empresas y patrimonio de Caneda

José María Caneda Antelo (Santiago, 1 de febrero de 1947), más conocido simplemente como Caneda, será siempre una leyenda de la SD Compostela. Bajo su mandato, y con la dirección de Fernando Castro Santos en el banquillo, consiguió llevar al cuadro gallego hasta sus cotas más altas. 

En tiempo récord, el Compostela pasar de estar jugando en el barro de la Tercera División a certificar su histórico ascenso a Primera. Aquellos fueron los días más gloriosos de un club con gran tradición y seguimiento en nuestro país. Sin embargo, la llama de Caneda se ha apagado para siempre. 

En los últimos años, el mítico dirigente ha tenido que convivir con un cáncer de estómago y con otro de esófago. Enfermedades que le han obligado a pelear en una prórroga constante después de una vida frenética marcada por su presencia en las altas esferas. 

Especialmente durante los más de 20 años que fue presidente del Compostela. En ese tiempo, Caneda consiguió hacer muchas cosas, pero entre ellas, una gran fortuna. Sin embargo, su dinero tuvo una fecha de caducidad muy rápida. Así lo confesaba él mismo en una entrevista concedida a La Voz de Galicia hace algo más de un año. 

El expresidente de la SD Compostela, José María Caneda. @SD_Compostela

Afectado ya por sus graves enfermedades, confesaba que podría haber sido rico, pero que no lo fue por haber confiado en la gente equivocada: "Yo podía ser millonario, pero confié en la gente y me engañaron muchas veces". Además, el presidente explicaba que para él había un principio y un final en todos sus movimientos: "Siempre pensé en el Compostela y nunca en mi cartera".

Esta situación le llevó a cambiar la fortuna y los millones por una vida austera. No la ruina, pero sí un día a día mucho más desgraciado de la que podría haber tenido, al menos en cuanto a su cuenta corriente se refiere: "Con los millones de pesetas que llegué a tener, no es justo que esté pasando por esta situación".

De hecho, en esa entrevista concedida en febrero de 2023 explicaba como vivía con su pensión y cómo lidiaba a la vez con sus innumerables problemas con Hacienda: "Tengo una jubilación de 1.800 euros y solo cobro la mitad. Hacienda me saca unos 200 euros cada mes y todavía estoy pagando un crédito de 800 euros del Compostela".

Además, su situación era tan cruda que no dudó en señalar a quienes le engañaron con nombres y apellidos: "Cuando recuperé de nuevo el Compostela, el alcalde Sánchez Bugallo se comprometió a ayudarme con 200.000 euros, pagué deudas pensando en ese dinero y volvió a joderme. El club está en donde está ahora porque yo lo recuperé y gracias a Antonio Quinteiro pude amortizar parte de la deuda de los 200.000 prometidos. Hoy todavía debo 70.000 euros y los estoy pagando con mi pensión".

La legendaria bronca entre José María Caneda y Jesús Gil

Sin duda, una situación que no era la más cómoda para afrontar sus últimos meses de vida: "Somos doce hermanos. Ellos siempre están. Lo que hacen por mí nunca podré pagárselo. Están a mi lado constantemente. También hay amigos que me ayudaron, porque hubo momentos en los que ni siquiera tenía para el combustible del coche. Siempre fui honrado con el Compostela. En todo momento actué por el bien del club. Nunca nadie podrá decir jamás que robé un euro del Compostela".

El Compostela siempre fue su gran preocupación y el motivo de sus desvelos. Pero no era su única fuente de disgustos, ya que su irregular situación le llevó a tener una lucha muy complicada contra Hacienda hasta sus últimos días: "Hacienda va a tener que devolverme todo lo que me quitó desde el 2008. Cada año me lleva 2.300 euros y sé que al final voy a ganar ese pleito. No tengo dudas".

En aquella entrevista, Caneda explica cómo llegó a esa situación tan complicada por intentar salvar la situación de un Compostela arruinado: "Lo que hicieron conmigo y con el Compos no tiene ni pies ni cabeza. Fue un atropello. Las deudas que tenía con nosotros el Concello y la televisión fueron un desastre para el club. Todo el mundo se lavó las manos".

"El Compos desapareció porque tenía una deuda de 430 millones de pesetas (2,6 millones de euros). Eran 170 millones con los jugadores, 135 con Hacienda y 123 con la Seguridad Social. Y a nosotros nos debían en ese momento 1.570 millones de pesetas la televisión (9 millones de euros), 200 millones el Concello, 30 millones la Consellería de Deportes y había 700 millones de pesetas en la Federación. Si nos hubiesen pagado, el Compos tendría superávit y nunca hubiese desaparecido". Y la situación económica y personas de Caneda, desde ese momento hasta su muerte, hubiese sido muy diferente.