El Foro Grimaldi de Mónaco, la casa en la que la UEFA reparte suerte, abrió sus puertas para un sorteo histórico. El de la nueva Champions. El de la revolución. Se acabaron las bolas a sacar del bombo por una mano inocente, ahora se aprietan botones. Cristiano Ronaldo y Buffon fueron los encargados.
Ellos activaron el ordenador encargado de distribuir, en un visto y no visto, la fortuna, dispar para los equipos españoles. De manera sinuosa, eso sí. Sacando todos los rivales de cada equipo popr bombos. El Real Madrid fue el segundo en conocer su emparejamientos.
Se medirá al Borussia Dortmund (Bernabéu), Liverpool (visitante), Milan (Bernabéu), Atalanta (visitante), Salzburgo (Bernabéu), Lille (visitante), Stuttgart (Bernabéu) y Brest (visitante). La visita a Anfield, el pico del puerto a coronar por los blancos. Además de los recibimientos a Milan y Dortmund.
El Real Madrid iniciará su camino a la decimosexta con sabor a decimoquinta y decimocuarta porque reeditará con Dortmund y Liverpool sus últimas dos finales de Champions. No serán los únicos viejos conocidos, la Atalanta, el equipo al que hizo claudicar en Varsovia hace unas semanas para conquistar la Supercopa de Europa.
Llamativo será, por el trasfondo familiar, el duelo ante el Lille en Francia. En el equipo galo milita Ethan Mbappé, hermano de Kylian ha fichado este verano tras abandonar las filas del PSG. El centrocampista de 17 años se ha ido asentando en la élite del fútbol francés de la mano de Luis Enrique.
La dificultad del resto de rivales se encuentra unos escalones más abajo. El Brest, tras una campaña histórica en la que opacó sus problemas económicos con la clasificación a Champions, se ha reforzado en el mercado.
El Stuttgart, segundo el curso pasado en la Bundesliga por detrás del Leverkusen de Xabi Alonso y por delante del Bayern, asoma cierto riesgo. Ha perdido futbolistas importante este verano, como Ito, Anton o el goleador Guirassy, aunque mantiene nombres importantes como Undav o Stiller. Un equipo peligroso en el área rival, pero endeble en la propia.
Más compacto es el Salzburgo, que viene de no ser campeón en Austria y cuyo equipo, joven y en permanente renovación, augura batalla en el Bernabéu. Sorteo benévolo, aunque con una salida peligrosa y dos visitas amenazantes. El camino a la decimosexta ya ha comenzado.