El efecto Piñedo lanza al Atlético: acaba el verano sin lesiones y rompe con el método del Profe Ortega

Un jugador se ata las botas, remanga su camiseta y ejecuta un resoplido de agobio por lo que se le viene encima. Es pretemporada y el sol, abrasador en plena canícula, multiplica los esfuerzos a realizar por el futbolista que, cuando levanta la mirada, no encuentra ningún plano inclinado. Ni rastro de lo que durante doce años acompañó cada pretemporada a los jugadores del Atlético de Madrid en Los Ángeles de San Rafael, la rampa del Profe Ortega. 

Sobre ella cargaban las baterías los que conseguían coronarla y expulsaban el desayuno los que no. Fue el objeto que lanzó al preparador físico rojiblanco al espectro mediático. La de este verano ha sido la primera de las últimas doce pretemporadas que no ha contado con el liderazgo del uruguayo. Su testigo lo recogió Luis Piñedo, hasta hace unos meses integrante del cuerpo técnico del Atlético B.

Además de la rampa, las triples sesiones también pasaron a la historia. En su lugar, Piñedo apuesta por un método más moderno y personalizado y abandona el estilo militar de Ortega. La preparación de cada jugador depende de su complexión, altura y peso. La carga no será la misma para Correa y sus 1,73 metros y 74 kilos que para Le Normand, 1,87 metros y 81 kilos.

Luis Piñedo, durante una sesión de entrenamiento con el Atlético. Atlético de Madrid.

Además, también varía en función de las cualidades que se prentendan potenciar y la posición en el terreno de juego. Mientras del argentino se espera una explosividad ofensiva, del central español resistencia y solidez. Considera imprescindible el trabajo de fuerza en el gimnasio. Por ahí pasan los jugadores antes de cada sesión y, muy frecuentemente, tras haber finalizado el entrenamiento. Y el balón es protagonista cuando se prepara el físico sobre el terreno de juego. 

Casualidad o no, tras estos cambios en el centro de experimentos rojiblanco, el Atlético se marchó al parón de selecciones sin emitir ningún parte de lesión. Al contrario de lo que ocurrió las temporadas anteriores. Hasta diez tuvieron que redactar los colchoneros el curso pasado tras el primer mes de competición. Simeone únicamente cuenta con las molestias de un Barrios lesionado con la selección Sub-21. 

Vuelta a la élita física

Piñedo ha modernizado las técnicas de trabajo. Analiza meticulosamente los datos del GPS y pone énfasis en el trabajo preventivo de lesiones. El resultado también se mide en la forma de acabar los partidos. El último, en San Mamés ante el Athletic, lo confirmó. El escenario en el que meses atrás los de Simeone fueron arrasados físicamente por el conjunto de Valverde en Copa, fues testigo de la disparidad actual. 

El Cholo no hizo ningún cambio hasta llegado el minuto 70, cuando su rival ya había realizado tres. Y el Atlético alcanzó su cenit de duelos ganados en estadios de equipos grandes del campeonato desde que el argentino llegara el banquillo. El 62%, según AtletiStats, cayeron de lado del equipo colchonero que acaba los partidos en mejor forma física y eso, traducido en números, refleja la imbatibilidad en las segundas partes.

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El Atlético, además, es el equipo de La Liga que más kilómetros ha recorrido en las primeras jornadas. El curso pasado, con Ortega a los mandos del área física, no pasaron del octavo puesto final. Y no solo es la distancia, sino la intensidad con la que se recorre. Los rojiblancos ocupan el tercer escalón del podio de equipo que más distancia recorre a alta intensidad. 

Los jugadores de Simeone siguen dando pasos hacia la plenitud física, tras un verano que ha desembocado en ilusión sobre el terreno de juego con las nuevas incorporaciones y cambio de rumbo en la preparación. Ingredientes que bien conujados permitrán al Atlético afrontar una larga y cargada temporada.