La necesidad de un Valencia que llega a la sexta jornada de Liga como colista de la Primera división por quinta semana consecutiva mide la agridulce resaca del Girona, que debe gestionar haber hecho historia al debutar el miércoles en la Liga de Campeones pero también haber dejado escapar un empate en el minuto 90 tras haber plantado cara al PSG en su propia casa.