Bryan Zaragoza celebra su gol con España.

Bryan Zaragoza celebra su gol con España. REUTERS

Fútbol ESPAÑA 3 - 2 SUIZA

Bryan Zaragoza ajusticia a Suiza y pone el broche de oro para la Selección en la fase de grupos de la Nations League

El jugador de Osasuna decantó el choque para la Selección con un gol en el tiempo añadido desde el punto de penalti.

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Aroma de pachanga veraniega. Aunque fuera un partido oficial de la Nations League y se disputara en pleno mes de noviembre, el duelo entre España y Suiza desprendió un tufo inevitable a encuentro amistoso en el que se sabe que no hay absolutamente nada en juego. [Así vivimos la victoria de España ante Suiza]

Eso sí, a falta de relevancia a efectos clasificatorios, lo que al menos sí que tuvo el duelo fue emoción hasta el último instante en un final vertiginoso. España encarriló la victoria en la primera mitad con un tanto de Yéremy Pino, suficiente para llegar al descanso en ventaja pero aún con todo abierto.

En la segunda parte, milagrosamente Suiza encontró un resquicio para soñar. Monteiro hizo el empate, aunque pronto Bryan Gil volvió a poner por delante a la Selección gracias a su intensidad. De penalti empataron los suizos en el tramo final, y también desde los once metros Bryan Zaragoza terminó decantando el choque para España, que cierra una fase de grupos de la Nations League prácticamente inmaculada.

Dominio español

Sin nada en juego, se esperaba un partido de esos en los que a los dos contendientes les costara imponer un ritmo algo y una gran intensidad sobre el terreno de juego. En un choque intrascendente, nadie quería arriesgar de más, ni un sólo jugador quería meter la pierna en una acción inoportuna y todos buscaban librar lesiones.

Sin embargo, España jugaba en casa y por eso estaba obligada a poner algo más de ímpetu que su rival. La clasificación también así lo decía. El líder del grupo, ya clasificado para los cuartos de final de la Nations League, contra el último, incapaz de ganar en los últimos tiempos.

Para abrir boca, Mingueza puso la primera aproximación con un remate de cabeza tras un saque de córner que se marchó por encima del larguero. Fue tan sólo el preludio del dominio español que se iba a dar en todo el choque, porque Suiza se mostró como un equipo sin alma y casi resignado en Tenerife. 

Cubarsí defiende a un jugador suizo en el partido de España.

Cubarsí defiende a un jugador suizo en el partido de España. RFEF

Los de Luis de la Fuente se hicieron con el manejo absoluto del balón mientras que los helvéticos apenas fueron capaces de superar la línea del centro del campo con el esférico controlado. Nico Williams ejecutó un disparo desde la frontal del área que se marchó también alto, síntoma de que España iba poco a poco afinando su punto de mira. 

Mientras se jugaba casi andando, la Selección estuvo a punto de aprovechar un error infantil de la defensa suiza, pero Pedri perdonó en el mano a mano mientras que posteriormente Morata estaba en fuera de juego antes de quedarse frente al guardameta visitante. 

No se contemplaba otro escenario que no fuera el de España adelantándose en el marcador, y efectivamente llegó el desenlace inevitable. Morata le cogió bien la espalda a la defensa de Suiza y fue derribado de forma clara por Ricardo Rodríguez. Penalti de libro que el colegiado señaló con acierto.

Yéremy Pino celebra su gol con España.

Yéremy Pino celebra su gol con España. REUTERS

Morata cogió el balón, pero el Heliodoro Rodríguez López comenzó a corear el nombre de Pedri, así que en un gesto de gran capitán el del Milan le cedió el lanzamiento al jugador canario. Bonita acción pero fea definición del jugador del Barça, que falló en la ejecución de la pena máxima. 

Sin embargo, de ahí nació el gol. El rechace lo cazó Nico Williams, que también erró, pero a la tercera fue la vencida porque Yéremy Pino, el otro canario en casa, sí que acertó con el remate para poner por delante a la Selección.

Tímida reacción Suiza

El solitario tanto de Yéremy Pino con el que se llegó al descanso dejaba las cosas todavía abiertas para la segunda mitad. España parecía tenerlo todo bajo control, más que por su dominio, por la inoperancia absoluta de Suiza en el ataque, pero aún los helvéticos querían decir algo más en el partido. 

Con el debut de Samu Omorodion como nota esperanzadora de este segundo acto, Monteiro falló lo imperdonable para Suiza en un mano a mano ante Robert Sánchez. Parecía que los visitantes no iban a tener una ocasión igual en todo el partido, pero el propio Monteiro aprovechó la pasividad del también debutante Paredes para hacer el empate. 

Aquello cabreó a España, que hasta entonces estaba en una especie de letargo porque confiaba en llevarse el triunfo sin necesidad de pisar el acelerador. Los de Luis de la Fuente se pusieron manos a la obra, y en ello tuvo mucho que ver la entrada de Bryan Gil.

El jugador del Girona salió al césped con más ímpetu que nadie, y eso en un partido de baja intensidad resultó definitivo. Aprovechó la fragilidad de la defensa Suiza para recuperar un balón dentro del área y definir con un fuerte disparo cruzado. 

España rozó el tercer gol y también hubo tiempo para el tercer debut del partido. En esta ocasión fue Pablo Barrios el que saltó al césped para disputar sus primeros minutos como jugador de la Absoluta, una nueva oportunidad de Luis de la Fuente en su búsqueda de sangre fresca.

Yéremy Pino y Bryan Gil, los autores de los goles de España.

Yéremy Pino y Bryan Gil, los autores de los goles de España. REUTERS

De nuevo parecía que el partido estaba finiquitado, pero saltó otra vez la sorpresa. Fabián cometió un penalti inocente al tratar de despejar de volea un balón dividido, pero por allí apareció un jugador suizo para meter la pierna y recibir un golpe. El colegiado señaló los once metros y Zaqiri resolvió con el empate. 

Parecía que todo iba a quedar en tablas, pero todavía quedaba un último arreón de uno de los que acababa de entrar. Era cosa de 'los Bryan'. Si Gil había marcado el segundo, Zaragoza fue el protagonista del tercero y definitivo. El jugador de Osasuna se internó en el área y fue derribado por un defensor suizo. Penalti claro y ocasión de oro. 

Bryan Zaragoza no lo dudó. Lleno de confianza, cogió el balón, lo colocó en los once metros y definió a la perfección con un tiro cruzado. Una última victoria para España, que le sigue saliendo todo, y que ya piensa en los cuartos de final de la Nations League.