Rafael Louzán, con una condena de inhabilitación por prevaricar, elegido nuevo presidente de la RFEF
- El dirigente gallego se impuso por mayoría absoluta a Salvador Gomar. El Supremo decidirá sobre su condena el próximo 5-F.
- Más información: Los retos de España en el camino hacia el Mundial 2030: la batalla por la final, sedes que crean dudas y el marco jurídico
El fútbol español decidió este lunes, en una votación realizada por 138 de los 141 asambleístas de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que Rafael Louzán será el encargado de liderar la institución durante los próximos cuatro años. El gallego se impuso por mayoría absoluta (90 a 43; 4 votos en blanco y un nulo) a su rival, Salvador Gomar (de la Federación Valenciana), en un proceso electoral marcado por la tensión y la necesidad de estabilizar el organismo.
Louzán llegaba como el claro favorito, avalado por 51 apoyos públicos al registrar su candidatura, frente a los 25 de Gomar y los 23 de y Sergio Merchán (de la Federación Extremeña), quien acabó retirando su candidatura en la mañana de esta jornada. Sin embargo, el voto secreto en la elección final mantenía viva la incertidumbre, especialmente por la decisión de los futbolistas, que con 32 votos clave decidieron no respaldar a nadie en la etapa previa.
La votación tuvo lugar con la presencia de la mitad más uno de los asambleístas, sin posibilidad de delegación o voto por correo, y bajo la estricta supervisión de UEFA y FIFA, interesadas en devolver la paz a una institución que ha vivido meses turbulentos.
La victoria de Louzán también simboliza el triunfo de un bloque. Aunque tres nombres llegaron a la recta final, el proceso se definió en torno a dos corrientes: Louzán y Merchán —que por eso acabó dando un paso al lado— compartían una visión similar para el futuro de la Federación, mientras que Gomar representaba una alternativa diferente, emergiendo como el contrapeso a sus rivales. Finalmente, Louzán logró la mayoría absoluta necesaria.
La RFEF llega a este momento tras un periodo marcado por la inestabilidad institucional. En los últimos 16 meses, los escándalos y las inhabilitaciones de los dos últimos presidentes han dañado gravemente la imagen del organismo. Incluso Pedro Rocha, presidente interino tras la salida de Luis Rubiales, quedó fuera de la contienda. Para UEFA y FIFA, la prioridad era recuperar la tranquilidad, especialmente tras el espaldarazo que supuso la reciente confirmación de España como sede del Mundial 2030 junto a Portugal y Marruecos.
🔴 Rafael Louzán, 𝗻𝘂𝗲𝘃𝗼 𝗽𝗿𝗲𝘀𝗶𝗱𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗮 @RFEF para los próximos cuatro años.
— RFEF (@rfef) December 16, 2024
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Siete años de inhabilitación
El Consejo Superior de Deportes (CSD) también ha jugado un papel crucial, insistiendo desde el principio en que los candidatos no debían tener posibles inhabilitaciones pendientes, una exigencia que ponía en el punto de mira a Louzán, condenado en primera instancia por prevaricar —en una subvención de 93.000 euros para remodelar el campo de fútbol de Moraña—. La condena es de siete años de inhabilitación. El dirigente gallego, sin embargo, defendió su posición con optimismo, confiando en que su recurso ante el Tribunal Supremo resuelva la situación a su favor el próximo 5 de febrero.
Durante su campaña, Louzán mostró su capacidad de sumar apoyos estratégicos. Convenció a Miguel Galán, presidente de la escuela de entrenadores CENAFE y antiguo rival, al comprometerse con una de sus principales reivindicaciones: igualar los títulos de los técnicos. También supo desvincular su candidatura del 'Rubialismo', una etiqueta que buscaba dañar su imagen asociándolo a las polémicas del pasado.
'Unidos por el fútbol español' fue el lema de su programa, en el que destacó la necesidad de escuchar a todos los estamentos del fútbol. Louzán ha prometido modernizar la Federación, reforzar el papel de las Federaciones Territoriales —a las que considera "la esencia" de la institución— y priorizar el bienestar de los trabajadores federativos. Entre sus primeras medidas también están el aumento del presupuesto para el fútbol sala y ajustes en las primeras rondas de la Copa del Rey, favoreciendo los cruces por proximidad.
En cuanto a las selecciones, Louzán ha asegurado la continuidad de los actuales seleccionadores, destacando como prioritaria la renovación de Luis de la Fuente al frente de la absoluta masculina. Otro tema candente durante su campaña fue el contrato de la Supercopa en Arabia Saudí. Louzán se remitió al acuerdo vigente, defendiendo los beneficios económicos que aporta al fútbol español, aunque evitó entrar en detalles sobre posibles renegociaciones futuras.
Un liderazgo respaldado
Nacido en Ribadumia, Pontevedra, en 1967, Rafael Louzán llegó a esta elección impulsado por la petición de diez presidentes de Federaciones Territoriales y del propio Rocha, quienes le animaron a presentarse. Pese a que inicialmente no tenía intención de liderar la RFEF, una vez dentro de la carrera electoral nunca perdió el favoritismo.
Su campaña también contó con el apoyo de figuras clave como Javier Tebas, presidente de LaLiga, con quien Louzán ha buscado tender puentes para cooperar en beneficio del fútbol español. Además, se ha mostrado abierto al diálogo con el CSD, pese a las reservas que este mostró inicialmente sobre su idoneidad.
La elección de Louzán marca el inicio de una etapa que pretende cerrar los conflictos del pasado y dar estabilidad a una Federación que, con éxitos como el título mundial de la selección femenina y el campeonato de Europa de la masculina, busca consolidarse como un referente internacional tanto dentro como fuera del campo.