La vida empresarial de Álvaro Morata: del éxito del croissant a su nuevo negocio de embutidos para unir España e Italia

En el mundo del fútbol, Álvaro Morata (32 años) es conocido por su destreza en el área y su papel destacado como capitán de la selección española en la Eurocopa de 2024. Sin embargo, fuera de los terrenos de juego, el delantero del A.C. Milan ha demostrado ser mucho más que un atleta, consolidándose como un empresario visionario y ambicioso.

Con inversiones que abarcan desde franquicias de pastelería hasta el sector inmobiliario y, más recientemente, el mundo de los embutidos, Morata ha conseguido diversificar su patrimonio y destacar en múltiples ámbitos.

Uno de los hitos más destacados de la carrera empresarial de Morata es su participación en Manolo Bakes, una famosa franquicia española que ha revolucionado el concepto de los minicroissants.

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Conocidos popularmente como "manolitos", estos pequeños placeres de mantequilla han conquistado a miles de consumidores. Morata se convirtió en accionista mayoritario de la cadena, lo que ha incrementado notablemente su valor neto.

En la actualidad, Manolo Bakes cuenta con 42 establecimientos repartidos por toda España y produce alrededor de 70.000 "manolitos" al día. Hace unos meses, Álvaro Morata, capitán de la Selección Española, y su socio Pablo Nuño, representantes de la sociedad Arte y Sano Millenium, vendieron un paquete de 5.838 acciones de la empresa al fondo VGO Capital, que ahora ostenta el 49,9 % del capital social y se ha convertido en su principal accionista.

El futbolista y su socio aprobaron la venta de esta participación en Manolo Bakes, lo que les permitió repartir un total de 5,1 millones de euros. De esa cifra, 4,9 millones provinieron de la transacción, mientras que los 130.000 euros restantes correspondieron a reservas voluntarias.

Reuters

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Ladrillo como pilar de su inversión

Otro de los pilares fundamentales en la estrategia empresarial de Morata es su incursión en el sector inmobiliario a través de su sociedad Tamora 2011 S.L.. Creada en 2011, esta empresa gestiona un extenso portafolio de activos valorados en aproximadamente 6 millones de euros, distribuidos en algunas de las zonas más exclusivas de Madrid.

Entre sus propiedades destacan un loft con plaza de garaje en Sanchinarro, un chalet en Pozuelo de Alarcón y locales comerciales en ubicaciones privilegiadas como la calle María de Molina y El Escorial. A pesar de estar en proceso de separación, Morata continúa gestionando esta sociedad junto a Alice Campello, con quien también comparte otros proyectos empresariales.

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Nuevos horizontes gastronómicos

Tras el rotundo éxito de Manolo Bakes, Morata ha decidido dar un paso más en el sector alimenticio. Junto al empresario sevillano Adrián Fernández-Romero, ha lanzado El Marrano, una marca de embutidos ibéricos de alta gama. Este proyecto busca no solo satisfacer el paladar de los amantes de la gastronomía, sino también tender un puente cultural entre España e Italia, país donde reside actualmente.

La empresa, que ya cuenta con presencia en redes sociales, destaca la calidad y el cuidado en la producción de sus productos. Los embutidos de El Marrano provienen de cerdos criados en libertad en la Sierra Norte de Sevilla, un entorno natural privilegiado que garantiza la excelencia del producto. Aunque inicialmente se centrará en la distribución en Italia, el objetivo a largo plazo es expandirse al resto de Europa.

El enfoque de El Marrano no es solo comercial, sino también cultural, ya que busca resaltar las bondades de la gastronomía española en un mercado internacional. Este proyecto combina la experiencia de Fernández-Romero en el sector alimenticio y la visión empresarial de Morata, lo que augura un prometedor futuro para esta nueva marca.

Masqmai y Akala Studio

Además de Manolo Bakes y El Marrano, Morata ha diversificado su actividad empresarial con otros negocios como Masqmai, una firma de cosmética natural que fundó junto a Alice Campello en 2017. Esta marca, especializada en productos para el cuidado facial, corporal y capilar, ha ganado popularidad gracias a su enfoque en ingredientes puros y su distribución en canales prestigiosos como Sephora.

Alice Campello y Álvaro Morata en una imagen de archivo. Gtres

Asimismo, Morata y Campello lanzaron Akala Studio, una marca de ropa que comenzó como una línea informal para familias y ha evolucionado con un enfoque más amplio en moda femenina. Estos proyectos no solo reflejan su versatilidad como empresario, sino también su habilidad para identificar tendencias y adaptarse a las demandas del mercado.

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Diversificación y largo plazo

Lo que distingue a Álvaro Morata como empresario es su capacidad para diversificar su cartera de inversiones y apostar por proyectos con un gran potencial de crecimiento. Desde la pastelería hasta la moda, pasando por la cosmética y la gastronomía, cada uno de sus negocios ha sido cuidadosamente seleccionado para aprovechar oportunidades de mercado y aumentar su impacto.

Además, su asociación con expertos en cada sector ha sido clave para garantizar el éxito de sus proyectos. En el caso de El Marrano, la colaboración con Adrián Fernández-Romero le permite combinar su conocimiento del mercado italiano con la experiencia de su socio en la industria alimenticia. Este enfoque colaborativo ha sido un factor determinante en el éxito de sus iniciativas empresariales.

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Álvaro Morata es un claro ejemplo de cómo los futbolistas pueden trascender su carrera deportiva para convertirse en líderes empresariales. A través de sus inversiones, ha construido un legado que va más allá del fútbol, demostrando que el talento, la disciplina y la visión estratégica pueden abrir puertas en cualquier ámbito.

En un año marcado por éxitos y desafíos personales, Morata ha demostrado que es posible triunfar tanto dentro como fuera del campo. Con El Marrano, busca consolidar su posición como empresario y llevar un pedazo de España al corazón de Italia, demostrando que la pasión y la calidad son el motor de sus iniciativas.