Un triplete de Thierno Barry y la falta de temple de los jugadores del Leganés, que cayeron en provocaciones y dejaron de pensar en el fútbol durante media hora, fue suficiente para que el Villarreal cerrase el año con un triunfo a domicilio en Butarque (2-5).
Como si fuera el fantasma de las navidades pasadas, el otro canterano Dani Raba se presentó ante el cuadro amarillo poco antes de Nochebuena para atormentarle. Parecía incluso que tuviera la fecha apuntada en el calendario, pues salió con ganas de reivindicarse. Y lo hizo durante la primera mitad.
Asociado con Miguel de la Fuente, ambos resquebrajaron a la defensa del Villarreal y fabricaron los dos tantos que el equipo llevaba antes del descanso. No fue el único susto que dio Raba a los de Marcelino, pues a la media hora inició una arrancada en el centro del campo a la que dio continuidad de nuevo Miguel de la Fuente con una pared de tacón.
En condiciones normales eso debería haberle valido al conjunto leganense para acariciar el triunfo, pero enfrente estaba Barry. El delantero francés respondió con dos dianas al órdago del anfitrión, aprovechando lo poco que generaron los suyos en ataque. En el descuento, Gerard Moreno sentenció desde el punto de penalti y en el 98 Pau Cabanes hizo el definitivo 2-5.