Este es el pasado futbolístico de Donald Trump que pocos conocen: jugador, propietario y fan del Manchester United

Donald Trump, quien asumirá nuevamente el cargo de presidente de los Estados Unidos el próximo 20 de enero de 2025 tras su victoria en las elecciones de noviembre, es una figura conocida mundialmente por su faceta como magnate y líder político.

Sin embargo, pocos saben que también tiene una relación notable con el deporte, en concreto con el fútbol en su formato europeo. Desde sus días como delantero juvenil hasta su conexión con clubes internacionales y otras disciplinas, Trump ha dejado huella también en el ámbito deportivo.

Durante su adolescencia, Donald Trump demostró ser un joven talentoso en el deporte. En la New York Military Academy, una prestigiosa institución en la que cursó sus estudios secundarios, Trump destacó en varias disciplinas, incluyendo el béisbol, el fútbol americano y el "soccer", como se conoce al fútbol en Estados Unidos. Fue delantero en el equipo de la academia, un papel poco común en un país donde el fútbol apenas ganaba popularidad.

Donald Trump, durante su época en el equipo de fútbol de la academia militar

Su antiguo compañero Ted Levine recordó, en una entrevista en Business Insider que Trump era un atleta sobresaliente: "Podía hacer lo que quisiera. Estaba dotado física y mentalmente".

Aunque su pasión principal parecía ser el béisbol, deporte en el que según Levine llegó a lanzar pelotas a 128 kilómetros por hora, el fútbol también ocupó un lugar importante en su vida juvenil.

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Fan del Manchester United

Más allá de sus días como jugador, Trump ha mantenido una conexión especial con el fútbol a lo largo de los años. En varias ocasiones ha expresado su admiración por el Manchester United, uno de los clubes más importantes de Inglaterra.

Su afinidad por el equipo se debe, en parte, a su relación cercana con la familia Glazer, propietaria mayoritaria del club desde 2005. "Soy más del Manchester United porque soy amigo del dueño", declaró Trump.

Donald Trump con el presentador Piers Morgan.

Curiosamente, esta inclinación por el fútbol también ha sido heredada por su hijo menor, Barron Trump, quien jugó en la cantera del DC United y es seguidor del Arsenal, un rival histórico del Manchester United en la Premier League.

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Empresario deportivo

La relación de Trump con el deporte no se limitó a ser jugador o aficionado. Como empresario, también tuvo incursiones en el mundo deportivo. En 1983, adquirió los New Jersey Generals, un equipo de fútbol americano que competía en la United States Football League (USFL). Aunque esta liga intentó rivalizar con la NFL, no logró consolidarse y desapareció en 1986, al igual que el equipo.

Trump y su pasado como dueño de los New Jersey Generals

Trump también mostró interés en adquirir el club colombiano Atlético Nacional en 2015, aunque la negociación no prosperó. Su oferta inicial de 100 millones de dólares fue rechazada, y el empresario calificó las condiciones como "inaceptables" tras una contraoferta de 150 millones. A pesar de no concretar esta compra, su interés subrayó su compromiso con el mundo del fútbol.

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Conexión global con los deportes

El deporte ha sido una constante en la vida de Trump, no solo en el fútbol. En el béisbol, fue un apasionado seguidor de los New York Yankees, y en el golf se consolidó como un fanático y propietario de múltiples campos en Estados Unidos y otros países. Su campo Trump Golf Links, ubicado en el Bronx, es un ejemplo de su inversión en esta disciplina.

Además, Trump tiene una relación particular con los deportes de contacto. En los años 2000, apoyó a la UFC al ofrecer su casino en Atlantic City como sede para sus eventos en un momento crítico para la organización.

Dana White, presidente de la UFC, ha reconocido en múltiples ocasiones la importancia de ese gesto para la supervivencia de la marca. En la lucha libre profesional, Trump también participó en eventos de la WWE, como la famosa "Batalla de los multimillonarios" en WrestleMania 23, consolidando su imagen como figura mediática.

El próximo mandato de Trump coincidirá con un momento histórico para el fútbol en Estados Unidos: el Mundial 2026, que el país coorganizará junto a Canadá y México. Este evento será una oportunidad para impulsar el deporte en un país donde el "soccer" ha ganado popularidad en las últimas décadas.

La relación de Trump con este evento será observada de cerca, dado su historial como entusiasta del deporte y como figura polémica.

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Aunque Donald Trump es mayormente reconocido por su trayectoria empresarial y política, su historia en el deporte, especialmente en el fútbol, destaca como una faceta menos explorada de su vida.

Desde sus inicios como jugador hasta su papel como empresario y aficionado, Trump ha demostrado que su influencia va más allá del ámbito político y financiero. El deporte, en sus diversas formas, ha sido una constante en su vida, consolidándolo como una figura multifacética cuyo impacto se extiende también al mundo deportivo.