Final de la Supercopa de España en Riad (Arabia Saudí)

Final de la Supercopa de España en Riad (Arabia Saudí) RFEF

Fútbol

El futuro de la Supercopa sigue sin pasar por España: asegurada en Arabia Saudí hasta 2029 y abierta a nuevos países

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Luego de que algunas voces imploraran por el regreso de la Supercopa a España durante la reciente campaña electoral para la presidencia de la RFEF, la postura del nuevo presidente, Rafael Louzán, y su directiva es clara: la competición seguirá celebrándose en Arabia Saudí hasta 2029, cumpliendo el contrato actual. España no genera lo suficiente, según el ente federativo, y por ello no es una opción viable.

Además, desde la nueva Federación ya se ha manifestado su disposición a abrir la puerta a otros países interesados en acoger la Supercopa en el futuro. Esto refuerza la idea de que, a mediano —e incluso largo— plazo, el regreso de la competición a territorio español parece un escenario improbable.

La segunda semana de enero trae consigo una nueva edición de la Supercopa de España, un torneo que, desde su cambio de formato en 2020, ha ganado más relevancia. Ahora se disputa bajo el formato de Final Four con cuatro equipos, y desde entonces se celebra casi exclusivamente en Arabia Saudí, salvo en 2021 por la pandemia. Este año, los participantes son Real MadridAthletic ClubFC Barcelona y RCD Mallorca

Con los culés y los merengues como grandes favoritos, los premios económicos son uno de los principales atractivos del torneo. Tanto el Real Madrid como el Barcelona percibirán 2,8 millones de euros como fijo, mientras que el Athletic Club recibirá 1,7 millones y el Mallorca 750.000 euros. A estas cifras se suma una partida de 300.000 euros destinada a cubrir gastos de alojamiento y desplazamientos.

Por su parte, el ganador del torneo se embolsará dos millones de euros adicionales, mientras que el finalista recibirá un millón más. De esta manera, los favoritos, Real Madrid y Barcelona, podrían alcanzar ingresos cercanos a los cinco millones de euros si se proclaman campeones.

La Federación Española de Fútbol (RFEF) también asegura importantes ingresos: 23,8 millones de euros por parte de Arabia Saudí, mientras que la empresa Kosmos, fundada por Gerard Piqué, percibirá cuatro millones de euros anuales por su polémico rol como intermediaria en la negociación del contrato.

El modelo actual, aunque cuenta con opositores, ha transformado por completo la esencia de la Supercopa. Atrás quedó el tradicional enfrentamiento entre los campeones de Liga y Copa del Rey. En su lugar, el formato cuadrangular ofrece un espectáculo más amplio y competitivo. Este año, además, la competición presenta una novedad: no habrá prórrogas tras haber sido eliminadas por la RFEF.

Javier Tebas y Rafael Louzán durante la presentación de la nueva Junta Directiva

Javier Tebas y Rafael Louzán durante la presentación de la nueva Junta Directiva RFEF

El presidente de la RFEF, Rafael Louzán, asumió el cargo el pasado 16 de diciembre y ha comenzado a implementar cambios significativos en la institución, como el nombramiento de David Aganzo, Beatriz Álvarez y Javier Tebas como vicepresidentes. El destino de la Supercopa sigue siendo una de las grandes cuestiones antes de iniciar su mandato.

Durante una entrevista con Radio MARCA, previa a su victoria electoral, Louzán ya fue tajante al referirse a la decisión de mantener el torneo fuera de España: "La Supercopa en Arabia tiene unos ingresos de 40 millones, de los cuales 20 son para los participantes y los otros 20 para los clubes nacionales masculinos y femeninos. En el futuro, puede ser Arabia u otros países interesados. En España es muy complicado generar esos ingresos. Me gustaría que fuera aquí, pero hay que ser claro en este sentido".

El contrato actual con Arabia Saudí obliga a la Federación a celebrar la Supercopa allí hasta 2029. No obstante, desde la Federación no cierran la puerta a nuevos destinos, siempre que ofrezcan cifras económicas superiores. Sin embargo, traer la competición de vuelta a España parece inviable, dado que ninguna propuesta local podría igualar la inversión saudí.

El nacimiento de la 'Supercopa de Arabia'

El origen de esta transformación se remonta a la presidencia de Luis Rubiales, quien en noviembre de 2019 cerró un acuerdo inicial por seis años con Arabia Saudí, valorado en 40 millones de euros anuales. Aseguró ingresos totales de 240 millones de euros, de los cuales la mitad se destinarán al fútbol no profesional en España. Más tarde, este pacto se amplió hasta 2029.

Sin embargo, la gestión de Rubiales estuvo marcada por la controversia, incluidas acusaciones de corrupción relacionadas con este contrato. Además, en 2022, salieron a la luz documentos que revelaban la estrecha relación laboral entre Rubiales y Gerard Piqué. Según estos informes, Kosmos habría recibido una comisión de 24 millones de euros —cuatro al año— por su papel como intermediario en el traslado de la Supercopa a Arabia Saudí.

Piqué defendió públicamente su implicación, negando cualquier conflicto de intereses, pese a ser en ese momento jugador en activo, presidente del FC Andorra y empresario. 

El contrato con Arabia Saudí también incluye cláusulas que 'garantizan' la presencia de Real Madrid y Barcelona en el torneo. En caso de que uno de estos equipos no participe, la Federación sería penalizada con cinco millones de euros, cifra que se duplica si ambos grandes clubes están ausentes. Este mecanismo ha generado críticas sobre el criterio de selección de equipos, que priorizaría con su formato de acceso asegurar la presencia de los dos gigantes del fútbol español.

El presente y futuro de la Supercopa pasan por el escenario actual, no hay otra. No hay carpeta para Louzán, más allá que una revisión cuando se vaya acercando el final del contrato con Arabia. Para 2029, además, ya habría acabado su actual mandato —con la estabilidad de la RFEF aún pendiente hasta febrero por una condena por prevaricación—. Sí será otro tema el de la final de la Copa del Rey, que este será el sexto año (¿y último?) que tenga a La Cartuja, en Sevilla, como escenario. El plan federativo pasa por acabar con esta tradición moderna.