En los últimos cuatro años ya lo habían rozado, con una agónica salvacion en 2017 y dos permanencias en la promoción (en Alemania el antepenúltimo se enfrenta al tercero de Segunda para la tercera plaza en Primera, como antaño en España, pero ha sido en 2018 cuando se ha producido un hecho histórico en el fútbol alemán. El Hamburgo, el único equipo que había disputado todas las temporadas (55) de la Bundesliga, ha descendido este sábado a la segunda división.
El reloj del Volksparkstadion se ha parado 54 años, 261 después y 36 minutos después. Era la representación del 'poderío' del equipo alemán, el símbolo que representaba algo único en el país teutón. Campeón de Europa en 1983, los últimos años ya avanzaban lo que ahora ocurriría. Primer descenso desde que se creó la Bundesliga.
Y, antes de firmar el desastre, ya en los minutos finales, los ultras pararon el partido ante el Borussia Mönchengladbach y lanzaron bengalas al campo, provocando un espectacular despliegue policial. También lanzaron petardos, formando un 'mini bombardeo' en el propio campo.
A pesar de que durante todo el encuentro la afición apoyó a su equipo, buscando el milagro, antes de que el árbitro pitara el final del duelo, los ultras mostraron todo su cabreo. La humareda que se formó en el estadio fue enorme. El colegiado paró el partido, que no se reanudó hasta 20 minutos después. Este sábado el Hamburgo ganó (2-1), pero la victoria del Wolfsburgo al Colonia (4-1) les condenó al ascenso directo.
El Hamburgo deja pues de ser el único equipo fundador de la Bundesliga en no haber bajado nunca a la segunda categoría. Hasta el Bayern bajó con anterioridad, por eso 2018 será un año histórico en Alemania. 55 años después, un campeón de Europa, un equipo que siempre jugó en la primera división (lo que en España sería equivalente a Athletic Club de Bilbao, Barcelona y Real Madrid) baja a segunda.