El partido era de máximo riesgo para la ciudad de Madrid y de mínimo para el equipo de Madrid. Pero eso era antes, en la previa de esta tercera jornada de Champions. Lo primero se cumplió, con la presencia de los delincuentes polacos en la capital, pero lo segundo no. El Madrid se asustó más, mucho más, de lo que dice el resultado. No sufrió, pero si contuvo la respiración por momentos en lo que pudo ser un serio revés. Acabó superando por nombre y prácticamente certifica su pase a octavos (sería una hecatombe no hacerlo) y luchará hasta el final por el importante primer puesto de grupo. [Narración y estadísticas: Real Madrid 5-1 Legia de Varsovia]

Tendrá que agradecer Zidane que el Madrid de este martes tuvo enfrente al Legia. Porque el Madrid estuvo muy blandito, sobre todo en defensa, dejándose llevar y tirando de experiencia. Era un equipo que sabía que antes o después iban a llegar sus goles y que iba a ganar. En resumen, jugó con el escudo. Y le valió porque el Legia es todavía más blando, un equipo que seguramente estaría luchando por salvarse en España. A pesar de su papel de cenicienta, en el Bernabéu dejó una muy buena imagen.

Los polacos tuvieron diez minutos, los iniciales, verdaderamente buenos. En ellos crearon tres ocasiones que en botas de grandes jugadores hubieran acabado en gol. La primera fue de Moulin, el nombre más fácil de los que ustedes van a leer en este texto por parte del equipo polaco. La segunda, de Jodlowiec, que se quedó literalmente solo por la banda derecha y al que le temblaron las piernas ante Keylor Navas, que sacó su pie para evitar la sorpresa. Pero sin duda la más clara con un remate al palo de Odjida. Eso acabaría espoleando al Madrid.

Al igual que en el partido de Liga ante Osasuna, de hace ya unas semanas, un disparo a la madera del equipo rival tuvo que servir para despertar al Madrid, que había sido perdonado tres veces. A este nivel fallar tanto se acaba pagando y estaba claro que los polacos acabarían rendidos a esa máxima del fútbol. Así fue. En tres minutos el Madrid ya ganaba 2-0. El primero fue un gol 100% Bale. El galés cogió un balón cercano al áera, fue acercándose hasta que entró, por la parte derecha, para hacer un regate y disparar. El balón entró pegado al palo contrario. Y de golpe, llegó el segundo, oficialmente de Jodlowiec en propia puerta, pero precedido de un remate de Marcelo, al que previamente había asistido Benzema.

Lo más sorprendente fue lo que vino después, la reacción de los polacos. Viendo la entidad del rival, se esperaba que desde ese momento comenzara la escandalosa goleada. Pero para nada. En el minuto 22, se internó en el Radovic y Danio cometió un penalti tan clamoroso como infantil. Un error de alevín. El jugador serbio del Legia anotó la pena máxima sin problemas, el primer gol del equipo polaco en 20 años en la Champions League, y puso el miedo en el cuerpo en el Bernabéu. Un miedo que se convirtió en real en otras tantas ocasiones, porque el Legia se volvió a venir arriba y aprovechando el descuadre de los blancos atrás Kurcharczyk cerca estuvo de empatar. Pero, como 20 minutos antes, la película se repitió y el Madrid con poco volvió a marcar. El tercero llegó de las botas de un Marco Asensio que volvió a ser titular. Zidane sorprendió otra vez, dejando en el banquillo a Isco y Kovacic y sacando a James y el propio Asensio. El mallorquín remató de primeras una asistencia de Cristiano en el área.

Ronaldo fue lo poco analizable de un partido que tenía muy claro su guión. El portugués sigue estando negado con el gol y no oculta ya su desperación. Lucha e incluso está más generoso, su faceta de asistente también la está explotando este año, pero el gol no llega. Al descanso se llegaba con el 3-1, un resultado esperado antes del partido, pero bastante abultado visto los primeros 45 minutos. El Madrid escondió sus problemas gracias a la facilidad del rival, su poco nivel. Y aun así sufrió.

La segunda parte quedó para dos cosas: disfrutar de la conexión Morata - Lucas Vázquez y hurgar más en la deseperación de Cristiano. En primer lugar, los dos canteranos, que salieron a la vez, en el minuto 63, rescataron un partido que adormecía. Le dieron otro aire sencillamente porque le echaron ganas, algo que ya faltaba en sus compañeros, que parecían reservarse para próximos partidos. Fue interesante ver este dueto en el que además acabaron los dos con gol. Primero Lucas Vázquez, precisamente a pase de Morata, y después el delantero, que volvió a marcar en Champions (suyo fue el decisivo tanto de la remontada ante el Sporting).

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Pero también quedará la imagen de Cristiano en este partido. Ni por la derecha ni por la izquierda ni de cabeza ni de falta. El portugués no marcó. Lo intentó de todas las maneras, pero nada. Fruto de la desesperación, hasta hizo una cariñosa caricia al árbitro de portería, tras fallar una ocasión. Los últimos minutos fueron un equipo, el Madrid, buscando de todas las formas de Cristiano... que no llegó.

Se acabó así el trámite futbolístico. El Madrid hizo lo esperado, ganar, pero sigue dejando una duda interminable. Afortunadamente, no hubo que contar malas conductas, desde que empezó hasta que acabó el partido, en la grada visitante. El buen hacer de la policía madrileña evitó que los delincuentes polacos entraran con el arsenal que seguramente habían preparado. Por eso además del Madrid también ganó el fútbol. La UEFA deberá mirarse y explicar por qué a estos ultras no les dejan entrar en Varsovia pero sí en Madrid. Sea como fuere, la capital sobrevivió ante la llegada de estos bárbaros. Y el fútbol se impuso.

Ficha técnica

Real Madrid: Keylor Navas, Danilo, Pepe, Varane, Marcelo, Kroos, Asensio (Kovacic), James (Lucas Vázquez), Bale (Morata), Cristiano Ronaldo y Benzema.





Legia de Varsovia: Malarz, Bartosz Bereszynski, Czerwinski, Rzezniczak, Adam Hlousek, Jodlowiec, Moulin (Kopczynski), Guilherme (Qazaishvili), Odjidja-Ofoe, Kucharczyk y Radovic (Nikolics).



Goles: 1-0 Bale (16'), 2-0 Marcelo (19'), 2-1 Radovic (penalti, 22'), 3-1 Asensio (37'), 4-1 Lucas Vázquez (68') y 5-1 Morata (84').

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