El Arsenal buscará, frente a un Bayern Múnich que llega a Londres en su mejor momento de la temporada, una remontada que se antoja imposible para evitar así su séptima eliminación consecutiva en octavos de final de la Liga de Campeones.
Los hombres de Arsene Wenger, humillados en el Allianz Arena (5-1), confían en dar un susto al conjunto alemán e intentar, al menos, competir y llevarse una victoria balsámica después de los últimos resultados adversos.
El conjunto del norte de Londres llega al partido de vuelta de octavos de final tras caer en tres de los últimos cuatro compromisos ligueros -el sábado sucumbió 3-1 a manos del Liverpool- y fuera de los puestos de Champions League.
Además, en el Arsenal las aguas están revueltas, no sólo por el mal momento del equipo, sino porque los aficionados cuestionan cada vez más al técnico y le piden que, tras 20 años en el cargo, deje el club a final de temporada.
La gota que ha colmado el vaso, además de los resultados negativos -derrotas ante Bayern, Watford, Chelsea y Liverpool en los últimos 6 partidos-, ha sido la decisión de dejar en el banquillo en Anfield a la estrella Alexis Sánchez.
El chileno, al que le queda una temporada y media de contrato, le siguen varios equipos punteros de Europa, y el supuesto encontronazo con Wenger y el pobre rendimiento del equipo sobre el campo podría propiciar su salida este mismo verano.
En lo puramente deportivo, el Arsenal tiene las bajas confirmadas de los lesionados Santi Cazorla y Mohamed Elneny, pero recupera a Aaron Ramsey, que, sin embargo, llega muy justo para ser titular y todo apunta a que arrancará el choque desde el banquillo.
Mesut Özil, otro de los 'castigados' en Anfield, recuperará su puesto en el once, en el que también estarán el colombiano David Ospina, el portero 'Gunner' en la Champions, y el centrocampista Alex Oxlade-Chamberlain, única nota positiva en los últimos encuentros de los londinenses.
Por su parte, el Bayern llega al partido de vuelta con una renta cómoda tras haber ganado 5-1 en la ida y en un momento de la temporada en la que el equipo de Carlo Ancelotti parece cerca de su mejor versión.
Justamente el segundo tiempo del partido de ida contra el Arsenal pareció marcar un antes y un después en la campaña. Después -al margen de un 1-1 contra el Hertha Berlín, con el empate logrado en el último instante- los bávaros se han acostumbrado a golear.
El Hamburgo fue la primera víctima, con un 8-0, y luego siguieron el Schalke, en la Copa de Alemania, con un 3-0 con el que el rival salió bien librado, y el Colonia, que fue sometido a domicilio (0-3).
La imagen de cada partido suele parecerse a la de los mejores momentos de la era Pep Guardiola, con una posesión de balón casi hegemónica y una presión adelantada que asfixia al rival.
De cara al duelo de mañana, está abierta la pregunta de hasta dónde Ancelotti, en vista de que la eliminatoria está prácticamente sentenciada, pondrá a funcionar la máquina de rotaciones