El Barcelona creó la remontada más espectacular de los últimos años. Obró el milagro. Hizo posible lo imposible y se clasificó para cuartos tras ganar 6-1 al PSG en el Camp Nou. [Crónica: El Barcelona consigue la gran remontada de todos los tiempos]
Una vez contado y leído lo que fue el partido, toca analizar las jugadas polémicas del partido. Las hubo, muchas. Y casi todas decisivas. La labor arbitral no debe ocultar la remontada culé, pero sí decantó la eliminatoria. Seguramente con otras decisiones del colegiado alemán Aytekin el partido hubiera acabado de forma distinta. Analizamos jugada por jugada toda la polémica del Barcelona - PSG. Y ya, viéndolas, juzguen ustedes.
Penalti de Mascherano no pitado
Con el Barcelona asediando al PSG, buscando el milagro de la remontada y con un gol ya en su marcador (marcó Suárez en el minuto 2), en el primer ataque del conjunto francés hubo polémica. Draxler buscó un centro por la banda izquierda y Mascherano, en el suelo, evitó que el balón pasara con unas claras manos que el colegiado alemán Aytekin no vio. Era el minuto 10.
Penalti pitado a Neymar
Con 2-0, Neymar se internó en el área y Meunier se resbaló antes. El defensor del PSG no movio su posición, pero derribó al brasileño, que también buscaba el contancto. Fue una mezcla de mala suerte de Meunier y de picardia de Neymar, dos componentes que también entran en el fútbol.
Penalti de Mascherano, expulsión incluida, sobre Di María
Tampoco se pitó esta pena máxima que el argentino hizo sobre su compatriota. Además del penalti acarreaba expulsión de Mascherano por ser el último hombre.
Sobre esta jugada, el central del Barcelona reconoció que fue. "Está claro que hice falta a Di María", reconoció.
Expulsión de Neymar
Sin balón, y ya con 3-1 y con un Barcelona desesperado, Neymar dio una patada a Marquinhos por detrás, sin balón, situación muy similar por la que hace una semana expulsaron a Bale ante Las Palmas. No tuvo ningún tipo de sanción
Penalti a Luis Suárez pitado
La última jugada es la más clave de todas. Con 4-1, quedaban solo cinco minutos. El Barcelona necesitaba dos goles. Un balón bombeado llega al área. Allí está Luis Suárez con Thiago Silva. El uruguayo, que tenía ya una tarjeta amarilla, se deja caer sin contacto alguno. Lo que hubiera sido una segunda amonestación (expulsión) acaba siendo penalti.