Dice uno de las frases instauradas en la sociedad que "el fútbol es lo más importante entre las cosas menos importantes". Borren esa frase. El fútbol si es importante, claro que lo es. Díganselo a los 95.000 que abarrotaron el Camp Nou y que vivieron la remontada más épica vista en un campo de fútbol en la historia reciente. Sí, el Barcelona remontó al PSG. Y es muy difícil explicar todo. [Narración y estadísticas: Barcelona 6-1 PSG]
Empecemos por decir que el Barcelona perdía en el minuto 85 por 3-1. La eliminatoria estaba sentenciada. El Barça necesitaba tres goles en lo que quedaba de partido. Era imposible. Pero después de lo visto en el Camp Nou no pongan la palabra imposible en su vocabulario. El Barcelona se clasificó a cuartos de la forma más milagrosa posible, esa que pasará a la historia del fútbol. Lo visto este miércoles es ya una de las páginas más gloriosas que ha dado este deporte. La protagonizó el Barça.
En el 88' metió Neymar. Y hasta ahí todo normal. Era el cuarto. Necesitaban dos más. Pero claro, el Barça fue con todo y a por todas. Y fue también con el árbitro. El colegiado se inventó un penalti bastante vergonzoso que, si no mancha la remontada, la decide. Luis Suárez se tiró en el área y lo que era una expulsión del uruguayo (era su segunda amarilla) acabó siendo un penalti que transformaría Neymar. Después el árbitro añadió cinco minutos. Y en el 95, con el tiempo casi cumplido, marcó Sergi Roberto.
Lo que ocurrió no se puede apelar al fútbol, a ideas tácticas, a Messi o a algo con sentido común. Pasó lo que no entra en cabeza humana, lo que no tiene explicación. El Barcelona obró la mayor de las remontadas posibles, la más épica de todas. Fue la noche más alegre de la historia del Barcelona, seguramente por encima de cualquier título. Todos saltaron al campo, nadie se creía lo que pasaba.
Antes habían llegado con el sueño roto, porque había llegado a ponerse 3-0 pero Cavani mató las ilusiones azulgrana. Iluso el uruguayo, Emery (que queda finiquitado, seguramente fulminado en nada) y todo el PSG. Solo sería alargar la agonía, y eso que después hubo 30 minutos de todo decidido. El Barça se dio por muerto, pero acabó teniendo más vidas que un gato. Lo que pasó después es lo que les hemos contado. Una remontada insospechada, rara, increíble, espectacular, excelente...
Podrá ganar la Champions o no, pero el Barcelona deja ya su nombre para la historia del fútbol. El barcelonismo debe sentir orgullo de su equipo. Luchó, peleó, marcó, soñó, ilusionó y obró el milagro. Escribió la página más bonita que ha podido hacer un equipo en los últimos tiempos. Fue una cosa paranormal.