El París Saint Germain ni siquiera camina líder de la liga francesa como sí hizo en los últimos años con Laurent Blanc. Sin embargo, las dudas en casa nada tenían que ver con la excitación de la Champions League. Esa competición en la que nunca conseguían avanzar y para la que ficharon a Unai Emery, el técnico español especialista en superar eliminatorias con el Sevilla. Una estrategia que funcionó en el Parque de los Príncipes con el 4-0 de la ida, pero que de nada sirvió ante la remontada más grande de todos los tiempos con el 6-1 del Barcelona en el Camp Nou. ¿Quién es el responsable?
Ya desde antes del encuentro Emery debía notar un zumbido en los oídos por las voces que criticaban su decisión de dejar al argentino Ángel di María en el banquillo. Y el pitido debió ser insorportable cuando a los dos minutos de partido Luis Suárez ya había puesto el 1-0 en el marcador..
La escalada de críticas ni siquiera se detuvo cuando Cavani puso el 3-1 en el luminoso haciendo prácticamente imposible la remontada. Y, claro, cuando esta se confirmó con el gol de Sergi Roberto en el minuto 94:39...
Lo mínimo que se pedía era su dimisión, aunque una inmesa mayoría de tuiteros no le habría permitido ni dar la rueda de prensa posterior.
Aunque en el caso de el técnico vasco tenga tiempo de volver a París, más de uno le recomendaba cómo debía hacerlo.
Sin embargo, todos parecen coincidir en que Emery pasará a engrosar las nutridas colas del paro en España.
Eso sí, más de uno piensa incluso en el directivo del PSG que tomó la decisión de ficharlo.
Aunque lo más criticado fue, de forma inevitable, su planteamiento en el Camp Nou ante un Barcelona que salió a morder.