Este martes, el Borussia Dortmund y el Mónaco se enfrentan en la ida de los cuartos de final de la Champions League. Probablemente el partido tapado, oculto tras los grandes choques de trenes de las otras tres eliminatorias que, sin embargo, no podrán ocultar la presencia del joven delantero estadounidense Christian Pulisic en el combinado alemán.
Desde que llegara al conjunto dirigido por Thomas Tuchel en 2015, Pulisic se ha convertido en una promesa de futuro para el equipo alemán, donde acumula titularidades junto con actuaciones notables saliendo desde el banquillo, y donde destacan su humildad y su sencillez para leer el juego en un conjunto plagado de estrellas con hombres de la talla de Aubemayang, Marco Reus, Marc Bartra o Dembelé.
La versatilidad de Pulisic tanto en el mediocampo como en ambas bandas hacen de él una pieza clave en el esquema del Dortmund, capaz de estar presente en los últimos metros a la hora de golear o de dirigir el ataque dese la medular. Por esto, el delantero es, a día de hoy, uno de los jugadores con más proyección en el panorama internacional, lo que demuestra que la cultura de Estados Unidos cada vez valora más el futbol con balón redondo.
Fútbol, humildad y esfuerzo aprendidos desde casa
“Todo lo que fuese capaz de hacer con su pie derecho, quería hacerlo igual con su pie izquierdo”. Así definía Mark Pulisic, padre del actual jugador del Borussia Dortmund, el empeño de su hijo cuando era niño por ser el mejor de las ligas y los campamentos locales. Pese a que nunca destacó por su estatura (ahora mide 1,73), este empeño y dedicación son una muestra de los valores que Pulisic aprendió de pequeño en una familia donde el fútbol jugaba un rol importante.
Tras jugar en el PA Classics, equipo local de Hershey, y con ambos padres habiendo jugado al fútbol a nivel universitario, Pulisic entendió desde el principio la importancia de jugar en equipo, de respetar al rival, del sacrificio que conlleva este deporte y de tener los pies sobre la tierra, todo esto a la vez que demostraba su proyección y su hambre por triunfar. Un potencial y unas ganas que despertaron el interés de clubes por todo el mundo tras vencer a Brasil en la Nike Cup Sub 17 de 2013 (donde Pulisic fue el jugador más valioso de la final) y que le llevaron a recibir la llamada del Borussia Dortmund con apenas 15 años para jugar en las categorías inferiores. Una oferta imposible de rechazar, y que significaría el paso más importante en la carrera de Pulisic antes de pasar por la vía rápida al primer equipo.
A partir de ahí, habiéndose ganado una taquilla en el Signal Iduna Park, el sueño de triunfar donde lo hacen los grandes jugadores, al otro lado del charco, estaba cada vez más cerca.
Un referente para su generación
Los números de Pulisic hablan por sí solos. El atacante es a día de hoy el jugador más joven de la Bundesliga en marcar más de un gol en una misma temporada, el octavo jugador más joven en debutar en la Bundesliga, y el jugador más joven en debutar con la selección absoluta de EE.UU., superando así a Jozy Altidore.
Estos datos han llevado a que se cree una gran expectación en todo el mundo entorno a su progresión, con los grandes clubes pendientes de su juego. Una expectación que, como ya es de sobra sabido en el fútbol moderno, suele llevar a que los jóvenes talentos pierdan la cabeza tras mucha fama y poca experiencia. Por esto, el dorsal 22 del Borussia Dortmund es un referente para su generación en cuanto a madurez se refiere.
Pulisic ha demostrado que sabe el precio que tiene llegar hasta la cima, dejando su casa y su familia atrás, y cambiando el inglés por el alemán. Esto le ha hecho cambiar el baile de fin de curso y las animadoras, por la Champions y los aficionados del Dortmund, pero sin olvidar de dónde viene, algo que le ha llevado a poder asimilar el éxito y adaptarse a un mundo totalmente nuevo para él con un nivel de veteranía poco común entre los chicos de su edad.
Uno más en su club y en la selección
Estas últimas semanas hemos podido ver a Pulisic anotando y asistiendo en las clasificaciones de Estados Unidos para el Mundial de Rusia, aprovechando la lesión de Reus para hacerse un hueco en el once del Dortmund, y saliendo de titular el fin de semana pasado frente al Bayern de Múnich. Todo esto sirve para entender que Pulisic ya no es el chico que llegaba a Dortmund con 15 años. Tanto en la selección nacional como en el Borussia Dortmund Pulisic ya es uno más, cada vez está más cómodo, y eso se ve sobre el terreno de juego cada vez que coge el balón y lo conduce, conecta con sus compañeros (algunos de los cuales le doblan edad) o dispara a puerta con una confianza como si llevara jugando a esto hace siglos.
Con una titularidad este martes, Pulisic sumaría su séptima aparición escuchando el conocido himno de la Champions League sobre el césped en un competición que le ha visto crecer, y donde ya acumula un gol y dos asistencias esta temporada enfrentándose a jugadores de la talla de Ronaldo y Bale.
El último caso de un talento joven norteamericano que se recuerda es el de Landon Donovan, icono de la MLS (Major League of Soccer), que llegó a las filas del Bayer Leverkusen en 1999 pero que nunca logró adaptarse al fútbol fuera de Norteamérica. Su paso por el Everton fue de lo más destacado en una carrera marcada por su etapa en los LA Galaxy.
La historia de momento es parecida, el 'soccer' nos trae otro joven talento desde USA 18 años después. Ahora tan solo queda esperar para ver si Pulisic es capaz de demostrar todo su potencial, lo cual tiene a espectadores y analistas expectantes acerca de la magnitud que pueda llegar a tener su carrera, una carrera que hace algún tiempo promete ser apasionante para los amantes del fútbol de élite.