El Cholo Simeone, el circo romano y cómo parar a Morata

“Cuando la gente termine de involucrarse va a ser tremendo. El estadio parecía el circo romano”. Simeone, el pasado sábado, quedó sorprendido. El Metropolitano, tras un primer día de dudas, explotó. Sonó como esa “olla a presión” que él imaginó desde rueda de prensa. Por momentos, el ambiente del Calderón se mudó amplificado al nuevo recinto. Los sonidos de antaño se reprodujeron como si no hubiera pasado el tiempo. Y, este miércoles, harán lo propio para dar la bienvenida a la Champions League con el Chelsea al otro lado (20:45 horas). Un equipo que quiso ser el Atlético (fichó a Filipe Luis y a Diego Costa para ello), pero que no consiguió completar la transición. Los dos brasileños, al fin y al cabo, han acabado volviendo a Madrid. Primero el lateral y, este curso, el delantero, que presenciará el partido desde la grada.

Con ese pasado compartido y un futuro ajeno, el Chelsea, vigente campeón de la Premier League, llega a Madrid en estado de gracia. Solventó sin problemas su primer partido de la fase de grupos de la Champions League (6-0 ante el Qarbag) y acumula cuatro victorias, un empate y una derrota en liga, situándose a tan solo tres puntos de United y City. Sin perder las señas de identidad que le llevaron a reinar en Inglaterra (firme en defensa y certero en ataque), con la zaga de cinco dispuesta para la ocasión y un equipo candidato a todo. Y, sobre todo, con Antonio Conte como garantía de éxito.

Todo eso, sin embargo, no sería posible sin Morata, que, al fichar por el Chelsea (aunque llegó a especularse con una posible oferta del Atlético), le abrió las puertas del Wanda Metropolitano a Diego Costa, descarte de Conte en verano. Sea como fuere, lo cierto es que el delantero madrileño ha conseguido que el conjunto blue eche poco de menos a su antecesor. Así lo ejemplifican los datos: Álvaro suma seis goles en siete partidos, con un hat-trick en el último encuentro ante el Stoke City. De cabeza, en carrera o llegando desde atrás. Como sea. El ex ariete del Real Madrid está en racha. Y ese, hoy por hoy, es el principal problema de los colchoneros.

Morata celebra su hat-trick.

Por lo demás, el Atlético comparecerá en perfectas condiciones. Empató en su primer partido de la Champions League ante la Roma (0-0) y es segundo en Liga a cuatro puntos del Barcelona, con cuatro victorias y dos empates, 12 goles a favor y cuatro en contra. Y, sobre todo, tras dejar muy buenas sensaciones en este inicio de curso, empujados por la apertura del Wanda Metropolitano y catapultados por los buenos resultados. Es decir, los del Cholo llegan en perfectas condiciones a un partido decisivo para el devenir de su grupo.

Pero, además de todo eso, el Atlético de Madrid también tiene la historia a su favor. En el global de partidos disputados contra el Chelsea también sale ganando con un balance de dos victorias, dos empates y una derrota. A destacar, la semifinal de la Champions de la temporada 2013/14, en la que los colchoneros se hicieron con el pase gracias a los goles de Adrián, Diego Costa y Arda Turan en la vuelta; y la Supercopa de Europa que cayó del lado rojiblanco gracias al hat-trick de Falcao y al gol de Miranda (1-4).

El otro enfrentamiento previo data de la fase de grupos de la Champions League de la temporada 2009/10. Entonces, la cara fue para los londinenses y la cruz para los rojiblancos. El Chelsea sacó cuatro puntos de sus dos enfrentamientos con el Atlético y se clasificó como primero de grupo. Los colchoneros, en cambio, se tuvieron que conformar con ser terceros y jugar la Europa League.

Con esos precedentes, un estadio por estrenar en Champions y un cartel inmejorable, Simeone alentará a su circo romano en pos de iniciar la conquista de una competición que se le resiste, pero también que ya lo incluye como a un fijo. Por tanto, este miércoles, tocará rutina. Bendita sea ella en el Wanda Metropolitano, que acogerá la final en 2019, pero que, obviamente, espera recibir una Copa de Europa mucho antes. Ese es el objetivo del Atlético. Eso sí, primero toca parar a Morata. Y a partir de ahí... 

Griezmann celebra su gol en el Metropolitano.