Simeone, dos diablos y sólo un camino en Champions: ganar, ganar y ganar
El Atlético, tras empatar ante la Roma (0-0) y perder frente al Chelsea (1-2), no tiene margen de error en la fase de grupos si quiere seguir dependiendo de sí mismo. Griezmann, con un proceso gripal, será duda hasta el final.
18 octubre, 2017 01:51Noticias relacionadas
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Hay un diablo, el malo, que dice que el Atlético, en fin, no ha empezado bien la temporada. Y, para qué engañarnos, su argumento, por aquello de que tiene que ver con los números, no se le puede rebatir: el Atlético suma cuatro empates en Liga (es cuarto a seis puntos del Barcelona, líder) y, tras empatar contra la Roma (0-0) y caer frente al Chelsea (1-2), es tercero de su grupo en la Champions League. Es decir, necesita ganarlo todo en Europa de aquí a que acabe la primera fase si quiere depender de sí mismo. No le queda otra. Una derrota (si los italianos sacan algún rédito en sus dos enfrentamientos ante los ingleses) podría resultar mortal. Eso por un lado…
Al otro aparece un diablo bueno. Y este, al contrario que su homólogo, tiene razones para ser optimista. Sabe que el Atlético ha pinchado en Liga y en Champions, pero, al mismo tiempo, es consciente del nivel mostrado por el equipo. Los colchoneros, en muchos de sus empates en este arranque de curso, han dado la cara. Es más, han podido ganar en Valencia (0-0), en Roma (0-0), contra el Barcelona (1-1, pero con un gol culé en el 82) e incluso compitieron bien ante el Chelsea (el segundo gol de los ingleses llegó en el último minuto). En resumen, sólo los pequeños detalles han dado pie a la existencia de ese diablo malo.
¿Y con cuál se queda Simeone? Obviamente, con el bueno. Sabe que las opiniones, en el fútbol, cambian de un día para otro. Y, en gran medida, todo depende de los resultados. “Si este deporte tiene algo maravilloso es que ofrece situaciones diferentes en todos los partidos. Lo hemos visto en las eliminatorias mundialistas (…) A veces, el más débil termina siendo el más fuerte porque el más fuerte no lo es tanto como aparenta”, reconocía en la rueda de prensa previa al partido contra el Qarabag. Con una idea clara en su cabeza: un par de victorias y nadie se acordará de los fantasmas (o de los diablos).
Y, además, él piensa que su Atlético“está bien”. Eso no hay quien se lo quite de la cabeza. Lo sabe, lo intuye y lo cree. En ocasiones, como gustaba de decir Guardiola, la diferencia entre los equipos que llegan lejos y los que se quedan por el camino es la insistencia. Todo, al fin y al cabo, depende de la probabilidad. Y de eso, de perseverancia, han aprendido mucho los colchoneros en los últimos años apareciendo en dos finales de Champions en las últimas cuatro temporadas. Con esos buenos recuerdos, levantarse no es una opción, sino una obligación.
Y así lo hará el Atlético contra el Qarabag, un equipo débil que, si tiene el día, quién sabe, le puede dar un susto a los colchoneros. “Ya tenemos las experiencias del Astana (empate en Kazajistán) o del Rostov (0-1) que son equipos que si están en Champions es por algo. Y ellos, sobre todo en casa, nos pusieron en dificultades”, explicaba Simeone.
GRIEZMANN, DUDA POR GRIPE
El Atlético empezará este particular Tourmalet hacia octavos de la Champions League en Bakú, ciudad donde juega el Qarabag, y a la que los colchoneros ya le ganaron la primera batalla: la UEFA eligió el Wanda Metropolitano para acoger la final de la Copa de Europa en 2019 por delante de la capital azerbaiyana. La segunda será este miércoles en un horario particular (18:00 horas, por el frío) y con un Atlético que podría contar con las bajas de Griezmann, que no entrenó en la previa debido a un proceso gripal, y Koke, que no jugará por molestias musculares.
Más allá de lo que ocurra con el delantero francés, Vrsaljko, recuperado, volverá al lateral derecho y tres hombres se disputarán (o compartirán) el ataque: Correa, Fernando Torres o Gameiro, que, hasta ahora, ha entrado poco en los planes de Simeone. Con estas dudas y la inclusión de Thomas en lugar de Gabi en el centro del campo, el Atlético comenzará el ascenso. El objetivo: pasar a octavos de final de la Champions League. Es decir, ganar, ganar y ganar. Ya lo decía Luis. No queda otra.