"Diálogo, respeto, deporte". El FC Barcelona ha respondido así a la situación que se está viviendo en Cataluña sacando una gran pancarta en el Camp Nou en los minutos previos al inicio del partido ante el Olympiacos de Champions League.
Con el mensaje en catalán y ocupando gran parte de la tribuna principal del estadio, el club culé ha vuelto a mostrar su opinión política en uno de sus encuentros europeos. La pancarta, como suele ser habitual, ha sido sacada en el momento en el que los futbolistas saltaron al terreno de juego y colocada en el lugar más visible a tiro de cámara de televisión. Mientras sonaba el himno de la Champions, el mensaje apareció por detrás.
En esta ocasión, y a diferencia que en el partido ante la Juventus, los mensajes no han sido a favor de una República catalana ni pidiendo democracia, sino apelando al diálogo a las instituciones catalanas y españolas. Esta postura del Barcelona entra dentro de su apoyo a la Comisión Independiente para la Mediación, el Diálogo y la Conciliación, a la cual el club azulgrana se adhirió el pasado 4 de octubre, y que tiene el objetivo de impulsar el diálogo y la mediación entre Cataluña y España para encontrar una salida pactada a la situación política actual.
Lo que no ha cambiado en el Camp Nou ha sido la postura de su afición, que volvió a mostrar de forma muy mayoritaria su apoyo a la independencia. Con menos público del habitual en estadio culé debido a la potente lluvia que cayó sobre Barcelona, en el Camp Nou se llenó de banderas esteladas y de cánticos a favor de la independencia.
El mensaje de esta gran pancarta no fue apoyado por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) ni por Ómnium Cultural, las dos primeras organizaciones independentistas que fueron invitadas al palco del Camp Nou en este encuentro pero rechazaron la llamada al no compartir el contenido de la pancarta. Los líderes de estas dos organizaciones, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, actualmente en la cárcel, han recibido mensajes de apoyo también en el estadio culé.
El duelo de este miércoles ante el Olympiacos es el primero que disputa el Barcelona desde el 1-O, jornada del referéndum ilegal de independencia, día en el que jugaron a puerta cerrada contra Las Palmas en forma de protesta por lo que ocurría en Cataluña.
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