La eliminatoria de los cuartos de final de la Copa del Rey contra el Eibar propone al Atlético de Madrid un desafío competitivo y de favorito, con la ida este jueves en el Vicente Calderón, en la que el argentino Diego Simeone retomará el perfil más ofensivo de su equipo meses después.
Koke Resurrección y Saúl Ñíguez por el medio, el argentino Nico Gaitán y el belga Yannick Carrasco por los extremos y el francés Antoine Griezmann en la delantera, junto a su compatriota Kevin Gameiro o el argentino Ángel Correa, la duda que queda de un once en el que habrá descanso para el uruguayo Diego Godín y Gabi Fernández.
Mientras Gaitán logra una continuidad que no había tenido en toda la temporada en el once, en el que jugará tres partidos seguidos de inicio por primera vez en todo el curso, Carrasco vuelve a la titularidad cuatro choques después, tras superar unas molestias en el tendón de Aquiles y reaparecer el pasado sábado ante el Betis.
La propuesta, con la que probó en el entrenamiento del martes, es por nombres, posiciones, sistema y vocación indudablemente de ataque. No es nueva, parece puntual y es lejana, concretamente de la cuarta jornada de Liga, el pasado 17 de septiembre, cuando juntó a todos ellos en una alineación titular con un 5-0 al Sporting.
De entonces a ahora, el equipo ha atravesado muchos altibajos y unas cuantas modificaciones de idea y planteamientos, pero ahora ha estabilizado sus resultados; esa regularidad que perseguía desde hace dos meses y medio, reflejada sobre todo en la Liga con tres triunfos consecutivos que no conseguía desde el mes de octubre.
El Atlético, ganador de cinco de sus últimos seis encuentros oficiales, con la única excepción de la derrota por 2-3 en la vuelta de octavos de final de la Copa del Rey contra Las Palmas, cuando ya había encaminado el pase con un 0-2 en la ida, aún tiene mucho más resultados que juego, pero ha recuperado su efectividad en ataque.