Es imposible olvidar a Fernando Torres saltando entre Phillip Lahm y Jens Lehmann. Sería como borrar de la memoria los cinco goles de David Villa en Sudáfrica. Sería abrir un vacío en la memoria colectiva de todo un país. Quizás por eso cueste tanto, porque tanto dieron en su día como tanto se perdió el día que dejaron de marcar. Fue entonces cuando llegó la gran sequía, cuando llegó el falso nueve, cuando aparecieron las dudas, cuando llegaron las derrotas... Hasta ahora. El viaje a ninguna parte ha terminado. Eso parece.
Llegó incluso a disculparse Diego Costa por su bajísimo rendimiento tanto en la Copa Confederaciones como en el Mundial de Brasil. Apostó Vicente del Bosque por la riqueza táctica, por el fútbol de los bajitos, por el toque, por más toque... El gol como consecuencia y no como finalidad de la prolongación de la teoría de la posesión que tan bien desarrolló e implementó en el ADN de la selección española Luis Aragonés. Variaciones de un mismo patrón huérfanas de una referencia, de un goleador.
No ha encontrado aún España a su nueve, al relevo de Torres y Villa, pero España sí sabe que hay futuro, que la cantera no es un erial, que sólo fue cuestión de tiempo. Son tres, son veinteañeros y en los albores de la temporada ya suman 9 goles entre Liga y Champions League. Álvaro Morata: 22 años, 2 goles en Champions. Paco Alcácer: 22 años, 1 gol en Liga. Nolito: 28 años, 6 goles en 6 jornadas de Primera División.
Junto con Thiago Alcántara, Íñigo Martínez y Bruno son las grandes novedades de España, las sorpresas de Vicente del Bosque en la convocatoria para medirse a Luxemburgo y Ucrania en los dos últimos encuentros de la fase de clasificación de la Eurocopa 2016. Ellos son el relevo, la esperanza de que la travesía por el desierto ha llegado a su fin y de que España, con las buenas sensaciones desplegadas en el trascendental choque ante Eslovaquia en Oviedo, puede volver por sus fueros.
Una esperanza que tampoco descarta al propio Fernando Torres, titular en este principio de temporada, recuperada una gran versión de sí mismo gracias a Diego Simeone (otros dos goles en su cuenta). Y mucho menos a Diego Costa, sancionado y ausente en la convocatoria, criticado además por el propio Vicente del Bosque tras su rifi-rafe con Gabriel durante el Arsenal-Chelsea de la Premier League.
Una variedad que invita al optimismo. Unos números que a diferencia de tiempos no tan lejanos prometen goles. Una forma de pensar que España, por qué no, puede volver a ser campeona de Europa.