En esta vida –‘cochina’, a veces– todo el mundo duda. Usted, su jefe, el vecino de enfrente, el señor que le vende el periódico o el presidente del Gobierno. Cualquiera, a una determinada edad, se pregunta qué hacer para cambiar su rutina o, simplemente, para modificarla mínimamente. Eso no es ninguna novedad. Otra cosa bien diferente es lo que se deriva de las decisiones que toma cada uno, como bien sabe Josh Magennis, convocado por Irlanda del Norte para el trascendental partido contra Grecia que les puede dar la clasificación de cara a la próxima Eurocopa. Él, que hoy se gana el sueldo como delantero, jugó varios años de portero e incluso valoró la posibilidad de cambiar el fútbol por el rugby, deporte al que se había dedicado con anterioridad.
Su historia podría ser fácilmente la de cualquiera de sus vecinos. Muchos de ustedes, seguramente, han querido ser cantantes. O astronautas. O médicos. O puede que otra cosa. Sin embargo, si no les escogieron en Operación Triunfo o no les dio la nota en Selectividad, habrán tenido que dedicarse a otra labor. A este panorama, tan real como crudo, tuvo que responder Josh Magennis a los 16 años. Entonces, tomó la decisión de dedicarse profesionalmente al fútbol, con la idea fija de que si le iba mal podría cambiar el balón redondo por el ovalado. Pero, finalmente, no lo tuvo que hacer, aunque eso no le eximió de seguir tomando decisiones.
Nacido en Bangor (Irlanda del Norte), Magennis, portero con proyección e internacional con la sub-17, cambió de dominios en 2008. Aburrido de ponerse los guantes –y también de estar en el banquillo– decidió probar como delantero. Le cambió la vida. A sus 25 años, no se ha arrepentido de dar un giro a su carrera deportiva. El jugador del Kilmarnock, de la Scottish Premiership (Primera división), ha disputado 11 partidos esta temporada, en los que anotado cuatro goles. No es un virtuoso, pero tiene dotes suficientes como para ganarse la vida dentro del área: es rápido, va bien por alto y, sobre todo, es un portento físico.
Esa progresión, finalmente, no ha pasado desapercibida en su país. Michael O'Neill, seleccionador nacional, le ha dado la oportunidad de entrar en la convocatoria ante la ausencia de Kyle Lafferty (sancionado), máximo artillero del equipo en esta fase de clasificación: siete goles en ocho partidos. Y, según adelantan varios medios locales, podría llegar a ser titular contra Grecia, con la posibilidad de ser el hombre que firme por primera vez en la historia el pase de Irlanda del Norte a una Eurocopa –la selección sí ha estado presente en dos Mundiales (1958 y 1982)–.
Su convocatoria es el final de una historia que parece destinada a llevar a Irlanda del Norte a Francia 2016. Primera del grupo F (17 puntos) y perseguida por Rumanía (16) y Hungría (13), la selección dirigida por Michael O’Neill depende de sí misma para clasificarse. Para lograr el objetivo, al menos, tendría que ganar uno de los dos próximos partidos: contra Grecia y Finlandia. ¿Y con Josh Magennis como héroe? Dependerá de si las decisiones que toma son erróneas o acertadas. Presuntamente, está en su mano.