Como viene sucediendo últimamente, el partido definitivo de España en su camino a Francia 2016 (estando ya clasificada) interesaba más bien poco y no batió récords de audiencia en el lunes festivo de la Hispanidad. Sin embargo, le sirvió a Vicente Del Bosque para confirmar la elección de Thiago Alcántara como el futuro conductor de la selección y calibrar el potencial de algunos debutantes: nadie tuvo una noche más feliz que Mario Gaspar, el defensa del Villarreal, que cabeceó a la red en el minuto 22 un centro del propio Alcántara y doblegó, a la postre, al ordenado conjunto local. El partido sirvió también para cerrar con honra una clasificación que no empezó muy bien y continuar la racha discreta, pero efectiva (9 victorias en 10 partidos), que encadena la Roja desde aquella tarde triste en Río de Janeiro, cuando fue eliminada del Mundial 2014 por Chile.
No fue un ejercicio incontestable de superioridad como el que ofreció España en ese mismo estadio hace tres años y unos meses, en la final de la última Eurocopa. David De Gea fue el segundo jugador español más destacado y evitó dos o tres goles cantados. Sin embargo, el penalti fallado por Cesc (capitán en su partido número 100 con la selección) minutos después del gol de Mario hubiese probablemente liquidado la enérgica reacción ucraniana. Los anfitriones mantuvieron hasta el minuto 90 la esperanza de remontar al campeón de Europa y ocupar el puesto de Hungría en la clasificación directa a Francia 2016.
España mantuvo su estilo con mimbres diferentes y el trío Thiago-Isco-Nolito se apropió del balón, sin prisa, como acostumbra la selección, que no va a cambiar de estilo aunque cambien los nombres en el último año (supuestamente) del Marqués como su técnico. El partido tenía ritmo y tenía alternativas. Ucrania buscaba las vueltas a la pareja inédita de centrales (el debutante Etxeita y Nacho) y creaba peligro, obligando a De Gea a intervenir con autoridad. Poco después de que Cesc estuviese a punto de anotar el primero, un pase interior de Nolito a Thiago terminó en un centro medido de éste a la cabeza del desmarcado Mario, que rozó el éxtasis el día que se ponía la camiseta absoluta por primera vez. Segundos después vino el penalti cometido al propio Cesc, héroe de varias penas máximas con la Roja, que el cancerbero Pyatov desvió.
El partido siguió desmelenado,con De Gea multiplicándose y Nolito y Alcácer rozando el 0-2, y no cambió después del descanso. Ucrania tenía que arriesgar y confió en Konoplyanka, el magnífico fichaje del Sevilla, falto de otro jugador sobrado de calidad para poner a España en serios aprietos. Al ritmo de Thiago, la Roja se encontró cómoda al contragolpe y pudo sentenciar varias veces. Se entregó al preciosismo en alguna combinación con Isco, otro de los destacados, en el tramo final y San José metió incluso un gol anulado por falta previa de Nacho. Tantos fallos acabaron por reanimar a los locales, que entraban por la izquierda con facilidad y agobiaron nuevamente a De Gea. La Roja sufrió el último tramo del encuentro, pero tiene portero para una década. También cuenta con suplentes de primer nivel. La transición de Del Bosque empieza a tomar forma lentamente. Ucrania, al menos, puede consolarse con la repesca.
Ficha técnica:
0 - Ucrania: Pyatov, Kucher, Shevchuk, Fedetskiy, Rakitskiy, Stepanenko, Konoplyanka, Rotan (Zinchenko m.87), Garmash (Rybalka, m.59), Yarmolenko y Kravets (Seleznyov, m.87).
1 - España: De Gea, Mario, Etxeita, Nacho, Azpilicueta, San José, Cesc (Mata, m.64), Thiago, Isco, Nolito (Jordi Alba, m.74) y Alcácer (Busquets, m.84).
Goles: 0-1, m.22: Mario Gaspar.
Árbitro: Milorad Makiz (SRB). Amonestó a Kucher (24), Stepanenko (60) y Fedetskiy (77) por Ucrania; y a Thiago (36), San José (53) y De Gea (88) por España.