El debate que no cesa: ¿Iker Casillas o David De Gea?
Las acusaciones contra el portero del United complican la única decisión que le queda al seleccionador sobre la alineación titular para el debut contra la República Checa.
12 junio, 2016 03:02Noticias relacionadas
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Numerosos periodistas agradecen a Vicente Del Bosque haber mantenido vivo el debate que rodea a Iker Casillas desde el Mundial de Brasil. Aunque no produzca beneficios ostensibles en cuanto al juicio popular sobre el seleccionador español, la lealtad del técnico salmantino al capitán que levantó cuatro campeonatos en tres años permite llenar miles de páginas y horas de televisión y radio cada día. En la isla de Ré, menos idílica desde que estalló el escándalo De Gea, los periodistas se dedicaban fundamentalmente a dos cosas antes de hacer las maletas para viajar a Toulouse: calibrar el efecto que tendrán en la selección las acusaciones sobre el cancerbero del Manchester United y bromear sobre la ‘suerte’ de Casillas, presunto beneficiado de una noticia que se viralizó inmediatamente en todo el mundo.
Los argumentos a favor de esta posición (mayoritaria) son poderosos: pasado el ‘shock’ inicial de De Gea y tras haber comparecido respetuosamente ante la prensa, la conciencia creciente sobre las consecuencias imprevisibles del caso no ha de aportar precisamente serenidad a un futbolista esencial, cuya principal misión es ofrecer seguridad a sus compañeros en el área. Pese a haberse definido como una persona “muy tranquila”, en la selección dan por sentado el impacto del predecible goteo informativo sobre su figura. Del Bosque nunca habrá tenido una situación más cómoda para justificar la titularidad del capitán español y excapitán madridista, que terminó esta temporada viendo los partidos desde el banquillo del Oporto.
Este sábado los jugadores a quienes tocó comparecer en rueda de prensa, Pedro y San José, volvieron a mostrarle su apoyo repetidamente. También reconocieron que la perturbación llegaba en mal momento, poco antes del estreno en el campeonato, aunque inmediatamente después destacaron que había mucha “armonía” en el grupo, que no pensaban que les fuese a desestabilizar. Pedro añadió incluso que las sensaciones le recordaban a la Eurocopa de 2012.
DUDAS DE DEL BOSQUE
Las declaraciones de Del Bosque en la cadena COPE tras levantarse la tormenta mediática siguen alimentando un debate poco fértil, pero asombrosamente extendido. “Habrá que darle las vueltas que sean necesarias”, respondió el seleccionador, cuyas afirmaciones anteriores sobre el tema en rueda de prensa habían sido: “No tengo por qué tomar la decisión ahora. Hemos pasado dos fases, […] Ya llegará la decisión final. No podemos rematar el córner antes de que lo tiremos”.
Puede que Del Bosque tenga la decisión tomada hace tiempo, como presumen personas de la delegación, pero independientemente de ello el asunto De Gea-Muniain dificulta la “transición dulce” que parecía destinada a concluir (después de dos años) en esta Eurocopa. La jornada de reflexión preparatoria de Del Bosque, en cuanto a la composición de la alineación, parece reducirse al esclarecimiento de una polémica que ocupa demasiadas horas en el debate futbolístico español.
Todos los jugadores viajaron en buen estado físico a Toulouse en la tarde del domingo. Aparte del portero, los partidos amistosos y las filtraciones habidas sobre los entrenamientos (a puerta cerrada) de la selección perfilan un equipo compuesto por Ramos, Piqué, Juanfran y Alba en defensa; Cesc, Busquets e Iniesta en el mediocampo; Silva, Nolito y Morata en ataque.
Tampoco podría sorprender demasiado que fuese De Gea titular este lunes, dada la pertinacia del seleccionador en mantener con firmeza decisiones ya tomadas. El “darle unas vueltas” podría interpretarse perfectamente como “quizá sea necesario respaldar públicamente al chico”: perfectamente justificable a la luz de su sabiduría en el manejo de grupos, generalmente considerada su mayor virtud como técnico.
Sólo hay una cosa clara: juegue quien juegue, cualquier fallo será magnificado. Casillas para desde hace tres años bajo una enorme presión. Las revelaciones sobre el ‘caso Torbe’ pueden haber equilibrado la cuestión. Al menos, en ese capítulo.