Un hooligan inglés, a punto de morir tras una pelea con hinchas rusos en Marsella
Sufrió un infarto durante los disturbios que enfrentan a aficionados rusos y británicos en las calles de Marsella, horas antes del partido entre ambas selecciones.
11 junio, 2016 20:23Noticias relacionadas
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Un aficionado inglés de unos 50 años de edad se encuentra entre la vida y la muerte en un hospital de Marsella tras haber recibido una paliza de hinchas rusos, en los prolegómenos del duelo entre Inglaterra y Rusia de la Eurocopa, informó el prefecto de policía, Laurent Núñez.
El hombre, que había sufrido un paro cardíaco y fue reanimado por un policía, fue trasladado de urgencia a un centro hospitalario de la ciudad y, según los facultativos, su vida corre peligro. La paliza tuvo lugar cerca del Puerto Viejo de Marsella, en el centro de la ciudad, en unos enfrentamientos entre aficionados horas antes del inicio del partido que tiene como escenario el estadio Velódromo.
Según las autoridades, el hombre recibió varios golpes con una barra metálica, algunos de ellos en la cabeza, por lo que debió ser reanimado en un primer momento por un agente que se encontraba en el lugar.
Días de incidentes entre ambas aficiones
Según datos del Ayuntamiento de Marsella, en total tres aficionados ingleses están internados en hospitales con heridas graves, mientras que dos decenas han tenido que ser intervenidos, incluído el antes mencionado. Los disturbios se prolongaron hasta esta misma tarde, en vísperas del partido entre ambas selecciones.
En declaraciones al canal BFM TV, un representante policial insistió en que los agentes habían intervenido para dispersar a los grupos que se habían enfrentado durante casi dos horas, y que cifró en 200-300 por cada bando. Preguntado por si no quedaba en evidencia que las medidas puestas en marcha se habían visto superadas por la realidad de la violencia, respondió que el dispositivo "es suficiente por ahora".
Precisó que lo que había ocurrido es que se produjeron peleas en diferentes puntos del centro, y que las fuerzas del orden habían actuado "sistemáticamente" con cargas y gases lacrimógenos. Tras la batalla campal, los agentes tomaron el control del viejo puerto de Marsella, donde podían verse heridos, algunos con sangre en la cabeza o en las piernas. Por el suelo, botellas, sillas y mesas de café y mobiliario urbano desperdigado que dejaba en evidencia los enfrentamientos entre aficionados violentos.
Despliegue policial sin precedentes
Más de una treintena de furgones de policía estaban aparcados en los alrededores, lo que ilustraba la importancia del despliegue ante estos nuevos incidentes, después de los que se habían producido los dos días anteriores.
Estos episodios de violencia recuerdan los que se produjeron también en Marsella durante el Mundial de 1998, que también protagonizaron hinchas ingleses y que provocaron decenas de heridos.