La tarde, en teoría, era plácida para Croacia. Pero sólo en teoría. Iba ganando (0-2) y todo apuntaba a que llegaría a la última jornada con posibilidades para clasificarse como primera de grupo. Pero todo cambió con la lesión de Modric. El jugador del Real Madrid tuvo que retirarse echándose mano al muslo y en su lugar entró Kovacic. Y ahí empezó todo. Skoda recortó distancias, su afición comenzó a tirar bengalas desde la grada y Nacid anotó desde penalti en el tiempo de descuento empatando el partido (2-2).
El lanzamiento de bengalas se produjo en el minuto 87. Desde el fondo donde estaba situada la afición croata, se empezaron a lanzar bengalas (seis o siete, según se vio desde la grada). En ese mismo momento, el árbitro detuvo el partido y Rakitic fue a calmar a su afición mientras la seguridad del estadio se llevaba a los seguidores croatas que habían tirado dichas bengalas. Incluso, una de ellas le explotó a un operario en la cara.
No es la primera vez que ocurre algo similar, ya en el partido entre Inglaterra y Rusia del pasado sábado 11, los seguidores rusos consiguieron acceder con bengalas y puños al estadio, donde se pelearon con los ingleses y encendieron las mencionadas bengalas. Tal y como ocurrió en el partido entre Croacia y República Checa (2-2).
Con este resultado, Croacia necesitaría una victoria para poder optar a pasar a octavos de final como primera de grupo. Pero para eso tendrá que superar a España. Eso, en el caso de que la UEFA no la sancione antes de dicho encuentro.