Kovacic, el día para hacerse mayor es contra España
Sustituto del lesionado Modric, compartirá con Rakitic la dirección del juego balcánico frente a España: una ocasión idónea para reivindicar su talento después de no haber encontrado hueco en el Madrid de Zidane.
21 junio, 2016 01:00Noticias relacionadas
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Pocos jugadores de esta Eurocopa (quizá salvo Pedro Rodríguez) están más necesitados de jugar un partido entero, y hacerlo bien, que Mateo Kovacic. Comenzó la temporada de forma prometedora, animado constantemente por la persona que le llevó del Inter de Milán a Madrid: Rafa Benítez. La destitución del técnico madrileño fue una mala noticia para el croata. Pero peor fue su decisión de sacar una falta sin concentración en el estadio de Gran Canaria, a mediados de marzo, origen de un gol de Las Palmas que en aquel momento apartaba al Madrid definitivamente (o eso parecía) de la lucha por la Liga.
Zidane relegó al balcánico a un escalafón de becario en la plantilla (vería la final de Milán con Arbeloa desde la grada, por ejemplo) y el jugador, de 22 años, tuvo una larga digestión de un despiste que algunos quisieron justificar con una presunta afición por la vida nocturna madrileña.
La cara de concentración de Kovacic en los entrenamientos croatas (al menos el rato abierto a la prensa) durante esta Eurocopa es inmutable, más aún desde que la distensión muscular del ‘mariscal’ Luka Modric, que ya motivó su entrada al campo en el minuto 62 del Croacia-Chequia, le abriese la titularidad en el decisivo duelo frente a España. El exjugador del Inter no equivale a su compañero madridista en cuanto a salida de balón e inteligencia táctica, pero tiene un físico privilegiado y recuerda a su maestro y compatriota (su guía desde que aterrizó en el Bernabéu) en cuanto a la capacidad de jugar en dos posiciones –mediocentro clásico y mediapunta– y la compatibilización de responsabilidades defensivas con un fino talento en la creación de juego.
Interés de la Roma y el Liverpool
Combinativo y con tendencia al juego vertical, directo, Kovacic es pretendido por varios equipos europeos (principalmente la Roma y el Liverpool) sabedores que que en Chamartín se quiere ceder al jugador la temporada próxima para asegurar minutos que permitan su progresión. El entrenador de la Roma, Luciano Spalletti, le calificó recientemente de “grandísimo jugador” tras publicarse en Italia la existencia de un preacuerdo para que el croata reemplace al cerebro de su equipo, el bosnio Pjanic, que recalará en la Juventus por 32 millones de euros.
Su seleccionador, Ante Cacic, no confirmó este jueves el once titular en la rueda de prensa previa al encuentro (ni siquiera confirmó la ausencia de Modric), aunque periodistas croatas acreditados en Burdeos dan por segura la participación del que sigue siendo el jugador más joven en marcar un gol en la historia de la liga croata (con 16 años). Es su gran oportunidad para restablecer el prestigio ante su país de acogida y complicar la decisión del club blanco sobre su futuro.
La responsabilidad de reemplazar a Modric no parece pesarle al jugador, que hace unos días defendía su primera campaña como madridista en una entrevista con la página web ‘Fcinternews’: “La temporada ha sido muy dura. Me dio pena dejar el Inter, pero el Madrid es un gran equipo. Llegué muy joven, pero he adquirido experiencia. Estoy bien, he jugado mucho, me esperaba tener dificultades. Todo puede pasar en la vida, pero no pienso en el futuro ahora. Viene la Eurocopa y me quedan cinco años más contrato”.
Su juventud y buen momento de forma aseguran potencia, atrevimiento y movilidad en una selección que se ha ganado el respeto continental y quiere prolongar el sueño de repetir los éxitos de la generación de Suker, Boban y Prosinecki. Amante del perfil bajo y con fuertes creencias religiosas, Kovacic no podrá escudarse en el papel secundario que le ha reservado el Real Madrid durante su primera campaña en Concha Espina. Es el momento de destacar y asumir responabilidades frente al campeón de Europa; tanto en Croacia como en España esperan con auténtico interés una demostración de carácter en un futbolista que estaba llamado a ser una de las estrellas del fútbol europeo de aquí a poco tiempo.