Es prácticamente imposible que Vicente del Bosque siga al frente de la selección: todo el mundo sabe que sólo llegar a la final de la Eurocopa hubiese dado ánimos a uno de los seleccionadores más laureados de la historia para continuar al frente de un equipo que sufre el descenso de calidad individual y los efectos adversos de haberse acostumbrado a una insólita sucesión de éxitos. El repaso táctico de Antonio Conte al entrenador español complicaría aún más su permanencia, por mucho que el retraso ‘sine die’ de las elecciónes a la Federación de Fútbol persuada a su presidente de la conveniencia sobre mantenerlo otro ciclo más.
Seleccionador a su pesar
El técnico salmantino quiso abandonar el puesto tras el Mundial de Brasil, pero permaneció en él por dos motivos: los ruegos de sus superiores y la ausencia de un sustituto idóneo para afrontar la renovación de un equipo que perdió puntales fundamentales en muy poco tiempo. El mal encuentro de España frente a una Italia a la que hace cuatro años España aniquiló 4-0 cierra definitivamente una época prodigiosa, pero anuncia el legado del todavía seleccionador: el segundo tiempo de la ‘Roja’ no tiene punto de comparación con la languidez derrotista de la segunda mitad contra Chile en el estadio Maracaná, de infausto recuerdo para el fútbol español.
Vicente del Bosque tenía el gesto serio por la derrota, pero defendió entre líneas el trabajo hecho por su cuerpo técnico durante estos dos últimos años. Admitió que el equipo estuvo “tibio” y “tímido” en unos primeros 45 minutos desastrosos, pero afirmó que “hay que analizar la derrota con honor: no nos ocultamos […] En el segundo reaccionamos, pero no pudo ser, seguramente fueron mejores”.También secundó la actitud de sus futbolistas: “Todos han puesto buenas intenciones".
¿Fin de ciclo?
El aspecto más interesante de la comparecencia del técnico fue la protección de su legado frente al alud de críticas ante la segunda decepción fuerte en dos años. Del Bosque recordó que "en septiembre hay clasificación para el Mundial y la selección seguirá funcionando" (“conmigo o sin mí”, habia avisado el día anterior). Al ser preguntado sobre su futuro, sólo afirmó que lo hablará primero con el presidente de la Federación, Ángel María Villar: “Tenemos que ver el futuro, porque en septiembre tenemos concentración; haremos lo mejor para el fútbol español”.
¿Es el fin de un ciclo? Del Bosque discrepa de la opinión mayoritaria: “No creo que se haya acabado una etapa para el fútbol español”, afirmó con tranquilidad: “No es solo porque fulano o mengano siga o no, nuestro fútbol está bien trabajado y estructurado desde hace años, hay buena cantera y buenos jugadores españoles gracias al trabajo de los clubes. No tiene que acabarse, ahora nos damos cuenta de lo difícil que es ganar un Mundial o una Eurocopa”.
El futuro de la selección
La buena actuación de De Gea, el mejor español del encuentro, simboliza el aspecto más prometedor del trabajo realizado tras la jubilación: la consolidación de futbolistas jóvenes y acreditados que a partir de septiembre tomarán el relevo de referentes que han dado ya lo mejor de sí a una Selección difícilmente repetible. En este sentido, y dentro de la decepción, la indudable mejoría del equipo en el segundo tiempo (si Buffon no detiene el remate final de Piqué podría haber sucedido cualquier cosa) es motivo de optimismo para una clasificación al Mundial que comienza en septiembre, y en la que Italia le ha caído en su grupo.
A la confirmación de De Gea se suma la de Morata y otros jugadores poco utilizados en el torneo, pero que constituyen la cantera de la absoluta para el Mundial 2018: Lucas Vázquez, Koke, Tiago, Bellerín, etc., a los que se sumarán Saúl y otros futbolistas que no han rellenado todavía el hueco dejado por Puyol, Villa, Xavi o Alonso, pero estarán llamados a dar el paso adelante. El compromiso de Del Bosque fue afrontar la difícil transición de un equipo derruido física y mentalmente: la fase de clasificación (9 victorias de 10 partidos) y el inicio de la Eurocopa permiten ser optimistas a medio plazo y frenar un derrotismo que en el descanso del partido contra Italia, en plena confusión nacional, equiparaba esta Selección a la de Brasil.
"Ponerse en marcha enseguida"
“Hay que ponerse en marcha enseguida”, advirtió Del Bosque, cuyas discutibles decisiones durante el torneo no desvirtúan su indudable sentido de la responsabilidad con la Selección (“más allá de Fulano o Mengano”). “El deportista no se cae, pierde pero se recupera […] Tenemos un fútbol para muchos años en el máximo nivel mundial y europeo”.
Sus jugadores le apoyaron sin fisuras. Iniesta dijo que “tiene la admiración y el respeto de este vestuario y le apoyaremos en todo lo que haga". Piqué fue sincero y afirmó que “no tenemos el nivel de cuando ganamos el Mundial y la Eurocopa: hay chicos viniendo que prometen mucho, pero creo que el nivel no es el mismo, esto es aceptarlo e intentar llegar mejor al Mundial de Rusia […] Del Bosque se ha merecido el derecho a decidir”.
Un sector creciente de la afición y la prensa le ha retirado su favor, pero los candidatos propuestos (Joaquín Caparrós o Julen Lopetegui) no levantan precisamente pasiones. Es imposible saber hasta dónde llega el compromiso del técnico con Villar ni cuánto presionará éste en favor de su continuidad. En plena resaca de la derrota, cabe asegurar sin embargo que semejante coacción sería perjudicial tanto para la Selección como para un hombre que ha dado las mayores alegrías posibles al fútbol español.