Creer sin ver. Esa idea es lo que ha propiciado que Roberto Martínez se haya metido a Portugal en el bolsillo en poco más de un año y medio. El español se ha convertido en el primer técnico de habla no portuguesa que dirige la selección lusa. "Necesitamos creer, es importante. Necesitamos soñar. Si no soñamos, es difícil tener éxito en el fútbol. Pero también tenemos la responsabilidad de jugar bien", explica el técnico catalán en la víspera al debut de Portugal en la Eurocopa ante la República Checa.
Los muchachos de Roberto Martínez fueron los primeros en sellar el billete para Alemania tras precintar una clasificación inmaculada. Diez partidos y diez victorias saldadas con 36 goles a favor y únicamente dos en contra. El mejor arranque de siempre de Portugal en una fase de clasificación de Eurocopa o Mundial.
Supera también con creces el mayor número de triunfos encadenados del combinado luso, por encima de las cuatro victorias en su camino hacia la Eurocopa 1996, bajo las órdenes del técnico Antonio Oliveira, y también los siete triunfos consecutivos de Fernando Santos en la fase de clasificación de la Eurocopa 2016. "Ahora comenzamos un nuevo período, el competitivo. Tenemos tres partidos y eso es todo", impone un Roberto Martínez centrado en lo que viene, que no es poco.
Desde su llegada, la mirada ha estado puesta en volver a levantar el título que ya alzaron los lusos en 2016. Para ello, el español necesitaba comprender la sociedad y el fútbol luso. Se mudó al país vecino y comenzó a dar clases de portugués durante una hora y media diaria mientras realizaba una exhaustiva labor de scouting. En su primera lista apuntó 200 jugadores, que después recortó a 90 y luego a 52 que monitorizó para hacer más fácil la criba de 20 y tres porteros que necesitaba para esta Eurocopa.
Además, ha tenido que hacer frente a la reestructuración de la selección lusa tras el Mundial de Qatar sustentada en la amalgama de jóvenes talentos con veteranos experimentados. Antonio Silva y Joao Neves integran ese primer intangible. Entre los dos (20 y 19) suman la edad de Cristiano (39) y se han ganado un hueco con Portugal tras ser imprescindibles en el Benfica. "Nació para jugar al fútbol y para la selección. Vi a un jugador natural que está disfrutando cada minuto. Tiene potencial de clase mundial", aseguró Roberto Martínez cuando vio jugar a Neves.
Juventud y veteranía, dulce transición
Además del mencionado Neves, el defensa central de 21 años Gonçalo Inacio y el extremo derecho del Oporto, Francisco Conçeicao, de 21, han debutado como internacionales con el nuevo entrenador que ha sostenido la base con Cristiano y Pepe. "Crear una nueva generación necesita los máximos referentes del presente y del pasado. Cristiano es el capitán y está plenamente comprometido para ayudar a todos. Repito: es compromiso y actitud. Tenemos jugadores de generaciones diferentes y esos dos caminos que menciona van ligados", analiza.
A Cristiano y a Pepe les ha entregado el brazalete dentro del vestuario. "Ronaldo está en la selección por sus méritos. Ha hecho 50 goles en 51 partidos. Fue regular en su club y en su Liga. Para nosotros, como goleador, es alguien que puede marcar, que puede fijar a la defensa. Evidentemente, con el paso de los años, ha ido cambiando su forma de jugar. Pero está solo por sus méritos y los números lo respaldan", explicó.
Roberto Martínez es fiel defensor de la mezcla de veteranía y juventud. Su Portugal tiene una pléyade de estrellas, experimentadas y con camino por recorrer. Uno al que llegaron los primeros en Alemania y del que esperan marcharse los últimos.