En la actual selección española hay jugadores que no es que hayan tirado la puerta abajo, es que se la han llevado a su casa. Entre ellos figura el nombre de Dani Olmo, el jugador número doce en esta Eurocopa que, después de su tercera exhibición consecutiva, ingresará en el próximo once.

El que fue titular ante Alemania únicamente poseía una duda para De la Fuente. Pedri y el propio Olmo. Ambos opositaban a una plaza que parecía caer del lado del segundo, pero finalmente se la llevó el segundo. No obstante, una dura entrada de Kroos en el minuto tres de partido, que ni siquiera acarreó amonestación, cambió el rumbo del partido.  

Porque de pronto, el encuentro dio a Luis de la Fuente de bruces con la realidad. Pedri, con un esguince lateral interno de la rodilla, se tuvo que marchar lesionado. Su plaza quedó vacante y Dani Olmo estampó su firma en ella. Un antes y un después en su carrera tras la actuación más determinante en lo que va de Eurocopa. Gol, asistencia y billete para semifinales. Primero adelantó a España y luego la revivió.

"¿Mi mejor día con la selección? También ganamos la Liga de las Naciones, pero es algo especial, sin duda", asegura tras el partido. Los motivos, numerosos. A nivel general porque conoce a la perfección el fútbol alemán, al seleccionador teutón y algunos de los rivales de España este viernes son sus amigos. Y en el ámbito personal porque su pareja, Laura, es berlinesa de cuna.

Olmo dibujó un partido mayúsculo bajo la mirada de los suyos. Su actuación ante Alemania fue atrevida, valiente, seguro de sí mismo, como han reflejado sus arriesgadas decisiones a lo largo de toda su trayectoria deportiva. Emigró a Croacia y no lo dudó cuando recibió la llamada de Nagelsmann para su Leipzig. El técnico alemán veía en Olmo un gran futbolista al que moldear. Ahora, cuatro años después, se le ha vuelto en su contra.

Acalambrado, con el duelo abocado a la tanda de penaltis y España doblándose ante el empuje teutón, Olmo revivió a los de Luis de la Fuente con centro milimétrico precintado por Mikel Merino. "Cuando el cuerpo no puede... va con el corazón", comentó. Un músculo que demostró tener entrenado.

"Estoy reventado, pero qué equipazo tenemos, cómo hemos luchado hasta el final. En estas últimas jugadas hemos jugado con el corazón. Hay que disfrutar ahora, pero con calma". La misma que mantuvo en la prórroga cuando el panorama más ardiente se mostraba para España. Olmo encontraba tiempo con el regate, seguí moviéndose, atacaba los espacios y apostaba por mantener la posesión.

Dani Olmo celebra su gol anotado ante Alemania.

Luis de la Fuente le conoce, juntos han ganado un Europeo Sub-21 y se han colgado la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. "Tengo una relación especial con el seleccionador. Confió en mí cuando estaba en Croacia. Nos llevamos un título en la Sub 21 y ahora estamos en el camino. Siempre está ahí cuando lo necesitas. Motivador nato y nos tiene a tope a todos y la consecuencia es que vamos a tope por todo", asegura. 

De la Fuente, se resta valías. "Dios me libre, no es un mérito mío. Es un mérito de la calidad humana. Mi único mérito es que los conozco y sé que no me van a fallar. Pueden jugar unos u otros, pero siempre vamos a estar orgullosos de ellos. Es un grupo comprometido, que es un ejemplo para un país, para una sociedad y para los deportistas. Siempre quieren ser un poco mejores”, expuso el técnico de España.

Olmo se despidió de Stuttgart con el MVP del partido bajo el brazo, un gol de llegador y una asistencia de escuadra y cartabón. No solo eso, también refresca la memoria un Luis de la Fuente que le entregará las llaves de la parcela ofensiva ante Francia en semifinales. "Me ponga en la posición que me ponga daré el cien por cien", asegura el soldado Olmo, que ha derribado la puerta de la titularidad.