La victoria de España frente a Alemania en los cuartos de final de la Eurocopa provocó el delirio de todo un país que ya añoraba este tipo de días mágicos. Un triunfo en el último suspiro para derrumbar al combinado teutón y lograr el billete a las semis. Un final épico que tuvo como protagonista a un futbolista que había pasado de puntillas hasta el momento, Mikel Merino.

El jugador navarro se convirtió en héroe nacional y llevó al éxtasis a los más de 45 millones de habitantes de nuestro país. Lo hizo elevándose al cielo de Stuttgart para cabecear al fondo de la red un centro medido de Dani Olmo. En 2010 España derribó el muro alemán con un cabezazo de Puyol y 14 años después lo hizo con otro testarazo. Una pesadilla para los alemanes.

Una acción genial de la selección española. Dani Olmo recibió en el costado izquierdo y Merino aprovechó la pasividad de Rüdiger para ganarle la espalda y colocarse en la posición idónea para el remate. Hasta él llegó el centro del catalán, se elevó con potencia y cabeceó al palo corto después de un escorzo. Neuer tan solo pudo seguir con la mirada un balón que acabó en el fondo de la red y silenció a la mayoría alemana presente en el estadio de Stuttgart.

Merino lo celebró con rabia. Miró a los hinchas españoles y se dio varios golpes en el escudo antes de que llegaran sus compañeros para celebrarlo con él. Después, quiso rendir homenaje a su padre, Miguel Merino, quien hace tres décadas marcó también un gol en ese mismo estadio con la elástica de Osasuna y un partido de la UEFA. Los dos lo celebraron rodeando el banderín de córner.

La conexión entre ambos momentos no es una mera coincidencia, sino un reflejo de la profunda relación entre el fútbol y las tradiciones familiares. Mikel Merino debutó con la selección española absoluta en este mismo estadio en 2020, y desde entonces, el lugar ha adquirido un significado especial para él. "Este estadio nos da suerte a los Merino. Estadio especial para nosotros, sin duda", afirmó Merino tras el partido.

Premio a la insistencia

Mikel Merino no ha tenido un papel de protagonista principal en este torneo, pero siempre ha estado listo para la causa. Jugó 22 minutos frente a Croacia en el debut y no se vistió de corto en la segunda jornada contra Italia. Ante Albania, con los deberes hechos, sí que partió de inicio y dejó una actuación notable. No desentonó y dejó claro que está listo para acudir a la batalla.

Gozó de 10 minutos en la goleada ante Georgia y contra Alemania ingresó también en el terreno de juego rebasado el 80' de juego. Marcó el gol de la victoria, pero su participación fue más que eso.

Dio dos pases clave, ganó dos duelos aéreos, realizó tres despejes, bloqueó un disparo rival... Ejecutó a la perfección el plan que tenía De la Fuente con él. La guinda llegó en el 119 con uno de los goles más importantes de su carrera.  

Un fijo para el seleccionador

Mikel Merino merecía un premio así. Suma 24 internacionalidades con España, pero a sus espaldas cuenta ya con una gran trayectoria desde las categorías inferiores. Precisamente, en todos sus éxitos ha sido Luis de la Fuente quien estaba en el banquillo. Su talismán.

Su primer título llegó en 2015 con la selección española sub 19. Un torneo en el que España contaba en su once con jugadores como Ceballos o Asensio y en el que Mikel Merino era el ancla que sostenía el talento de aquellas jovencísimas promesas. Fue titular y disputó los 90 minutos en la final contra Rusia que acabó con victoria por 2-0 para los de De la Fuente.

Mikel Merino celebra su gol ante Rumanía EFE

Cuatro años después, ya con la sub 21, Merino volvió a reinar de la mano de su seleccionador y fue precisamente contra Alemania. Una final en la que fue suplente y disputó unos minutos tras salir en el 78' por Fabián Ruiz, pieza clave en la Absoluta en esta Euro. El andaluz se llevó el premio al MVP del torneo y el mejor jugador de la final fue Dani Olmo, goleador ante los teutones.

En 2020 vivió su experiencia en los Juegos Olímpicos. Se le quedó un sabor amargo después de perder en la final contra Brasil, pero con el orgullo personal de haber sido importante en una España de muchos quilates. Por último, su primer título con los 'mayores' llegó en 2023. Fue la Nations League, torneo en el que también debutaba Luis de la Fuente. Merino fue titular durante gran tramo del torneo, pero no salió en el once inicial en la final.

Ahora, el centrocampista navarro ha sido protagonista para que su Selección de un paso más hacia un nuevo título, el cuarto Europeo de su historia. Todavía quedan dos pasos, los más importantes, pero quien sabe que hubiera sucedido si Mikel Merino no hubiera mandado a la red ese inapelable cabezazo.