La cuarta Eurocopa de España o la primera de Inglaterra. Solo uno de los intangibles se hará realidad cuando se cumpla la medianoche de este domingo. El último partido de la presente edición es el primero que enfrenta a ambas selecciones en un gran torneo tras los cuartos de final de la Euro de 1996, en Wembley

Aquella eliminatoria cayó del lado inglés en la tanda penaltis tras empate sin goles a lo largo de todo el partido. Los fallos de Hierro Nadal sentenciaron a una España que fue superior a una Inglaterra en la que precisamente militaba Gareth Southgate, actual seleccionador inglés. 28 años después vivirá una nueva final, ahora desde el banquillo. 

Al cual se sentará con la mochila cargada de piedras. La mayoría provenientes de la misma dirección: su país. El juego rácano, los resultados ajustados y el fútbol previsible que practican los suyos son los principales argumentos de las críticas inglesas. Sin embargo, Southgate comparece ante la prensa café en mano. Tranquilo, como si la cosa no fuera con él. 

"Confía en lo que hace y no va a cambiarlo. Escucha las críticas, pero no repercuten en su manera de trabajar. Además, ha llegado a dos finales de Eurocopa y una semifinal de Mundial. Algo que no ha conseguido ningún seleccionador en la historia de Inglaterra. El día que se vaya y venga otro entrenador que no consiga lo mismo, le echarán de menos", asegura Julio Arca durante su conversación con EL ESPAÑOL.

El futbolista argentino fue entrenado por Southgate durante tres temporadas y media en el Middlesbrough inglés, del 2006 al 2009. El técnico dio el salto de club de Riverside a las categorías inferiores de la selección inglesa y, en 2016, asumió el banquillo de la Absoluta. "La verdad que en ese momento no le veía llegando a la Selección. Imaginaba que iría a otro club inglés, pero no al combinado nacional", detalla el jugador argentino. 

Gareth Southgate realiza indicaciones durante un partido de la selección inglesa. EFE.

Y desde que llegó, la serie de críticas no ha cesado. Pese a la colección de talento individual, la prensa inglesa no deja de escribir de Southgate su Inglaterra plana que apenas ha producido peligro en esta Eurocopa. De hecho, es la menos peligrosa desde 1996. Solo genera 0,9 goles esperados por partidos. Muy lejos del 1,66 que genera España. Sin embargo, está a un partido de precintar el primer título en 58 años, se dice pronto. 

Gareth tiene los hombros anchos para soportar el peso de la crítica y sabe manejar las situaciones para que sus futbolistas no la sufran en exceso. "Es un entrenador con el que puedes sentarte a hablar porque siempre está abierto a escuchar la opinión del futbolista. No solía estar muy encima de nosotros, nos daba nuestro espacio, pero en el momento que necesitabas algo, él estaba ahí escucharte", rememora Julio Arca.

Southgate durante un entrenamiento con la selección inglesa. EFE.

Este domingo necesitará escuchar a su numero equipo de tácticas para frenar a España. Uno de los puntos que más preocupa a Southgate es la presión alta de La Roja. Es una de las señas de identidad de los de Luis de la Fuente. Líneas altas y compasadas en una presión que no es asfixiante, pero sí constrictora. 

La coralidad general a la hora de sacar jugado el balón y la particularidad de Declan Rice serán claves para que Inglaterra sortee las líneas de presión."En el Middlesbrough tratábamos de mantener la posesión y practicábamos un fútbol más directo. Si España presiona de la forma que viene haciendo, la circulación inglesa se atascará. Dependerá de con cuantos defensores y centrocampistas juegue Southgate".

Southgate celebra el pase a la final de la Eurocopa. EFE.

"El estilo de juego de España es el que me gusta. Cuida la pelota, presiona, ataca, defiende... Mientras que Inglaterra no tiene tanto juego colectivo, pero sí jugadores muy técnicos y jóvenes. El favorito debería ser España, pero en una final nunca se sabe", zanja Julio. 

La carrera de Southgate en los banquillos ha estado marcada por las decisiones atrevidas y criticadas. El primer intangible lo experimentó en el Middlesbrough, cuando pasó de jugador a entrenador y a tener que sentar en el banquillo y en la grada a los que meses atrás eran sus compañeros. El segundo condicionante lo ha encarnado con la Selección. "Es complicado pasar del césped al banquillo en poco tiempo, pero su honestidad le facilitó el trabajo". 

Southgate ha sufrido mucho durante esta Eurocopa, pero confía en hacer historia bajo la vía áspera que le ha clasificado a semifinales. Su tranquilidad para manejar situaciones críticas juega de su lado. Delante España, la selección que mejor fútbol ha ofrecido esta Eurocopa. Berlín dicta sentencia.