Con todo el merecimiento del mundo y maravillando a todo un continente con su manera de jugar al fútbol, España se proclamó campeona de la Eurocopa en Alemania por cuarta vez en su historia. Luis de la Fuente llevó al éxito más absoluto a un grupo sin grandes estrellas que, sin embargo, se fue labrando una identidad con el paso de los partidos.

El secreto de España está en una mezcla de juventud y veteranía. El hambre de jóvenes como Nico Williams o Lamine Yamal, agitado con la experiencia de hombres que superan la treintena y que tienen cientos de batallas a sus espaldas.

Algunos de ellos están ante sus últimos coletazos en el fútbol de élite y, quien sabe, también con la camiseta española. El adiós de Jesús Navas parece inevitable, mientras que otros como Joselu o Nacho dejarán el primer nivel y sus próximas convocatorias se complicarán. Otros como Morata, leyenda goleadora de la Selección, presentan un escenario de lo más incierto. 

Morata besa la Eurocopa. REUTERS

Nacho, adiós a la élite

Como consecuencia de su papel guadianesco en el Real Madrid, siempre le costó entrar en las convocatorias de la Selección para las grandes citas. Estuvo en el Mundial 2018, donde alternó titularidades y suplencias, y algo similar le ha pasado en esta Eurocopa.

Con sabor de despedida para él, fue titular ante Croacia y después vio desde el banquillo los tres partidos siguientes, incluidos los octavos de final contra Georgia. Sustituyó a Le Normand en el descanso en el partido contra Alemania, y ante Francia jugó tanto de central como de lateral. 

Ahora se marchará al Al Qadisiyah después de toda una vida en el Real Madrid, y eso le hará mucho más complicado seguir jugando al máximo nivel con España pese a que hay ejemplos similares que dicen lo contrario.

Joselu y su veteranía

Al delantero le llegó muy tarde su primera oportunidad con la Selección pero ha sabido aprovecharla al máximo. Siempre ha aceptado un rol secundario, sabiendo que por galones tenía por delante a Morata, uno de los máximos goleadores históricos del combinado nacional, pero ha disfrutado cada minuto con la camiseta española.

Debutó en marzo de 2023 a punto de cumplir 33 años, demostrando que el trabajo incansable a veces tiene premio, y desde entonces se convirtió en uno de los hombres de confianza de Luis de la Fuente hasta llegar a esta Eurocopa.

Ha tenido un papel residual, es cierto, pero ha disfrutado cada instante. Parece complicado que pueda llegar a la próxima gran cita, más aún ahora que desaparecerá de la élite.

Navas, el superviviente

Un ejemplo increíble de longevidad. El andaluz empezó a forjar su leyenda con la Selección en el Mundial de 2010 en Sudáfrica, y para siempre quedará que gracias a él nació la jugada del gol de Iniesta que llevó a España a ser campeona.

Levantó su primera Eurocopa en 2012 formando parte de aquella generación maravillosa, y doce años después la historia se repite. No hay muchos casos similares en los que más de una década de ausencia termine de nuevo con el mayor de los éxitos. 

Jesús Navas durante la celebración del pase a la final de la Eurocopa. EFE.

Está en el tramo final de su carrera deportiva a sus 38 años, y abadonará el Sevilla a mitad de esta próxima temporada.

Morata, todo en el aire

Su historia con la Selección siempre ha sido un tira y afloja, inestable, como su relación también con los clubes en los que ha jugado. Su primera gran cita con España fue en la Eurocopa 2016, repitió experiencia en la de 2020 y ahora en la de 2024. También estuvo presente en el Mundial 2022.

Siempre ha tenido muchos detractores y ha recibido críticas seguramente exageradas. Los números están ahí y quedarán para siempre porque es el cuarto máximo goleador histórico de la Selección con 36 tantos, tan sólo dos menos que Fernando Torres.

Su futuro en el Atlético de Madrid no está nada claro, y lo que pase con él en la Selección dependerá en gran medida del club en el que juegue esta próxima temporada. Eso sí, sigue siendo alguien imprescindible para Luis de la Fuente y eso le hace ganar muchos puntos.