El Celta de Vigo se clasificó para los cuartos de final de la Europa League después de derrotar por 0-2 al Krasnodar ruso con goles de los canteranos Hugo Mallo y Iago Aspas.
El equipo español que entrena el argentino Eduardo 'Toto' Berizzo mostró madurez y manejó con inteligencia el gol de ventaja que había conseguido en Balaídos (2-1). El Celta igualó, dieciséis años después, su techo europeo de alcanzar unos cuartos de final.
Controló al Krasnodar durante la primera media hora, en la que hubo poco fútbol. El temor a cometer errores en el centro del campo acrecentó las precauciones de ambos equipos. El Celta tuvo la mejor oportunidad de gol en un lanzamiento de Pione Sisto que sacó Sinitsin (min. 14). La mejor y casi la única. Unos minutos después volvió a asomarse por el área rusa con un tiro flojo de Guidetti (min. 22). Pero nada más.
El peligro del equipo gallego quedó ahí, en parte porque Aspas estuvo vigilado con dureza y porque prefirió resguardarse defensivamente sin ir con riesgos a por el gol. El Krasnodar, debilitado por las bajas -a la del goleador Smolov se unieron las del portero Kritsiuk y Cristian Ramírez, éste lesionado en el calentamiento-, apretó en los minutos finales del primer tiempo.
Tuvo la pelota, subió su ritmo de juego y generó tres ocasiones en diez minutos: un tiro de falta de Pereyra que despejó Sergio y un par de lanzamientos lejanos del sueco Claesson. No fueron oportunidades claras, pero ese acoso inquietó algo al Celta, por momentos ansioso.
El comienzo del segundo tiempo fue el ideal para que el Celta se sacudiese esa ansiedad. Gol a los seis minutos: Guidetti corrió por la banda izquierda, centró, Aspas remató cerca del área pequeña, su tiro rebotó en Petrov y el rechace lo culminó Hugo Mallo con un cañonazo. Ese gol hirió al Krasnodar, sin apenas capacidad de reacción.
El partido volvió a afearse, abierto a ratos con contragolpes de escaso peligro. Sin oportunidades claras, el Celta se ajustó a ese guión. Y estuvo cómodo. No sufrió, controló al rival y cuando tuvo que parar el ritmo, tocó la pelota en la zona central.
El Krasnodar solo apretó en los últimos veinte minutos, con varias llegadas pero poca pegada, simplemente un remate de Wanderson (min. 70) y otro de Joaozinho (min. 72). El Celta leyó el encuentro a la perfección. Esperó su contragolpe para cerrar la eliminatoria. Y llegó a diez minutos del final.
Una contra acompañada de una pared de Guidetti y Aspas, que corrió desde el centro del campo, más veloz que los defensas, para plantarse ante Sinitsin y marcar con una vaselina el segundo gol de una victoria que mostró la madurez futbolística del equipo de Eduardo Berizzo.
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