El avión de la aerolínea LaMia que transportaba al equipo de fútbol brasileño Chapecoense y se estrelló este lunes en los alrededores de la ciudad colombiana de Medellín no llevaba suficiente combustible, según han confirmado este miércoles responsables de Aeronáutica Civil Colombiana.
"Al llegar al sitio del accidente y poder hacer inspección de todos los restos, podemos afirmar que la aeronave no tenía combustible al momento del impacto", ha explicado en rueda de prensa el secretario de Seguridad Aérea de la Aeronáutica. El organismo investigará "los motivos por los cuales no contaba con combustible".
La versión que manejan las autoridades, y que será cotejada con las grabaciones de la torre de control, es que los controladores cumplieron los protocolos, pues le dieron luz verde al Viva Colombia, que había reportado problemas, y dejaron dando vueltas en el aire a otros vuelos que no sufrieron dificultades.
Relato de la conversación
Un testimonio del copiloto de Avianca Juan Sebastián Upegui, que volaba la zona en el momento del accidente y fue testigo del mismo, pinta una estampa sobrecogedora de los últimos instantes del vuelo. Estas son las palabras de Upegui:
"Este avión, el RJ85, estaba por encima de nosotros, ahí, dando vueltas también, y de repente llegó y solicitó prioridad para aterrizar: '¡Tenemos un problema de combustible!', aunque todavía no se declaró en emergencia. '¡Tenemos un problema de combustible!'. Entonces pasó por el lado nuestro, a toda mierda para abajo, nosotros vimos las luces cuando bajaban. Y cuando empezó a bajar se declaró en emergencia. Seguía diciendo 'tenemos un problema de combustible, mayday, mayday'. La controladora le dijo: 'Informe el problema", '¡tenemos falla total eléctrica, tenemos falla total eléctrica, necesitamos vectores para proceder a la pista! ¡Ayuda, vectores para proceder a la vista', se escuchaba la voz desesperada. 'Ahora no lo tengo en contacto radar', respondió la controladora. Se escuchaba al comandante por detrás diciendo que sacaran el tren de aterrizaje, y el hombre '¡ayúdenos, vectores para proceder a la pista!'. Nosotros callados , callados. Yo me acuerdo de que estaba recostando en la mesa, haciendo fuerza, que lleguen, que lleguen, mientras se escuchaba '¡Vectores, vectores para proceder a la pista! ¡Vectores!' Y ahí se paró la cosa. 'Responda, responda', pedía la controladora, y ahí se le quebró la voz a la controladora. Nosotros nos pusimos a llorar en el avión, y ahí mismo se escuchaba a la torre llamando y la controladora lloraba por la frecuencia, y nosotros también, como las nenas... Luego se escuchó cómo se dieron y luego ya nada".
Adelantar la investigación
Las autoridades colombianas han invitado a sus homólogos brasileños a adelantar las pesquisas, que se centrarán en el análisis de las dos cajas negras recuperadas en el lugar del siniestro (y que conservan tanto las grabaciones de la tripulación como los registros electrónicos de los instrumentos de la aeronave).
Los socorristas, bomberos, soldados y policías que atendieron la situación de emergencia encontraron una escena devastadora. A pesar de la violencia del choque, el avión no explotó: la explicación más probable (que también sería la causa de que hubiera supervivientes), es que la aeronave tenía en efecto muy poco combustible en el momento del accidente, por lo que sus restos no se incendiaron.