La confesión pública de Andy Woodward, quien sufrió abusos sexuales durante su etapa como infantil en el Crewe Alexandra, ha abierto una herida tan profunda en el fútbol inglés que siguen sucediéndose los jugadores o exjugadores que admiten haber sufrido abusos cuando era menores.
El último ejemplo es el exjugador del Chelsea Gary Johnson, que afirmó este viernes en 'The Guardian' haber recibido 50.000 libras por parte del Chelsea para silenciar el infierno que padeció durante su etapa de juvenil en el club, donde coincidió con su agresor, el jefe de ojeadores por entonces, Eddie Heath, tal y como recoge 'Daily Mirror'.
Hasta ahora, se sospechaba que en los últimos tres años el Chelsea había hecho pagos a un individuo en relación con las acusaciones contra Heath, pero no ha sido hasta ahora cuando Johnson ha hecho público que el jugador en cuestión era él. "Creo que me pagaban para que me quedase al margen del asunto", reconoce el jugador.
"Los fans del Chelsea merecen conocer la verdad sobre lo que ocurrió", reflexiona Johnson, quien se pregunta "cuántos otros hay en mi misma situación". "Han debido pagar a otros por su silencio. Espero y rezo para que no se le permita a ningún club seguir encubriendo esto... Nadie debería eludir a la justicia", sentencia.
Una joya del Chelsea 'rota' a los 13 años
Aunque llegó a jugar tres temporadas en el primer equipo del Chelsea, entre 1978 y 1981, Johnson -de 57 años en la actualidad- llegó al club londinense con 11 años. Desde los 13, estuvo a las órdenes de Heath. "Sentía vergüenza, que mi infancia había sido robada. Pasé mi adolescencia trastornado, completamente trastornado", relata el exjugador 'blue'.
Heath, que permaneció al frente del departamento de ojeadores hasta 1979, murió antes de que las acusaciones contra él se hicieran públicas. De hecho, antes de la confesión de Johnson, el Chelsea ya había anunciado que había "contratado una empresa externa para llevar a cabo una investigación acerca un empleado del club durante los 70, ya fallecido".
"Ahora, necesitamos total transparencia por el bien del fútbol. Lo que me cabrea es que cuando fui [al Chelsea] para contarles que había sufrido abusos, ellos básicamente me retaron a probarlo", se lamenta Johnson, quien espera que salgan a la luz más casos. De momento, la policía ya ha abierto una investigación formal y una línea de atención telefónica para los afectados que ha registrado casi un millar de llamadas en la primera semana de funcionamiento.