Retrocedan en el tiempo. Era 2003 y el barcelonismo elegía a Joan Laporta como su nuevo presidente con el principal objetivo de reconstruir a un equipo derruido tras una etapa, la de Joan Gaspart, que les llevó a estar tres años sin ganar ni un solo título y en el que el último llegaron a coquetear con el descenso, estando a solo dos puntos de bajar a Segunda cuando la Liga ya había alcanzado su ecuador. Con la promesa electoral de Beckham pero la llegada final de Ronaldinho, el Barcelona comenzaba a escribir sus años más dorados. Pero los inicios no fueron fáciles.
Recién llegado Rijkaard, el Barça, que estaba 'refugiado' en la Copa de la UEFA (fue a lo máximo a lo que se clasificó la temporada anterior), arrancó la Liga ganando en San Mamés y tres días después empató ante el Sevilla con el famoso gol de Ronaldinho en su debut, un partido que empezó a las 00:05 horas y acabó a las dos de la mañana. Los azulgrana rápidamente fueron tropezando y no fue hasta la jornada 9 cuando ganaron por primera vez en su estadio (3-0 al Murcia). Tras acabar la jornada 13, los culés estaban quintos, con 20 puntos, a siete puntos del Real Madrid y del Valencia, posterior campeón. Después llegaría la humillante goleada en La Rosaleda de Málaga (5-1 en la j14) y la derrota en el Clásico (1-2, j15) que mandaría al Barça a la undécima posición.
¿Y qué tiene que ver lo ocurrido hace 13 años con el 2016? Tan sencillo como que el actual Barcelona ha igualado aquel arranque, en el que es su peor inicio liguero en más de una década, por puntuación y por diferencia con el liderato. Desde 2003, el Barça no se encontraba en una situación tan paupérrima en Liga, tan lejos del primer puesto y con el torneo tan cuesta arriba. Y lo peor para el equipo de Luis Enrique es que los malos datos van relacionados con las sensaciones, no son esta vez estadísticas 'tramposas'. El último empate en Copa ante el Hércules, con un equipo que poco se parecerá al del sábado, ha dejado dos cosas claras: los suplentes no dan por ahora el nivel y el Barça tiene un problema más serio de lo que parecía, con falta de actitud y de juego que les ha llevado a tres empates consecutivos en sus partidos en España.
Este Barcelona - Real Madrid llega en la jornada 14, superado el primer tercio de la temporada, un momento ya suficiente para sacar conclusiones y comparaciones. Y es aquí donde se demuestra el estado del equipo de Luis Enrique, el peor de los últimos tiempos, con el menor número de puntos (27) desde la 2003/04 (solo igualada con la 07/08, donde también tenía 27) y con la mayor distancia de puntos con el liderato. De las últimas 12 temporadas, solo en tres (07/08, 11/12 y 14/15) el Barça no iba primero a estas alturas de torneo.
Hasta este 2016, la peor situación del Barcelona a estas alturas se registraba en la 2007/08, la que será sin duda la peor temporada de los últimos tiempos para el barcelonismo, acabando a 18 puntos del Madrid en Liga, con pasillo incluido. El Barça llegó entonces a la jornada 14 con 27 puntos, los mismos que ahora, pero a tan solo dos del Real Madrid, líder, y a uno del Villarreal, segundo. Los cambios en el fútbol, la brecha cada vez mayor entre grandes y pequeños, provocan que lo que antes te valía para ser primero, ya no valga. Por ejemplo, en la 2005/06 el Barcelona lideraba la Liga con 28 puntos, lo que ahora solo valdría para ser segundo. Tampoco valdría para ser líder ahora los 32 puntos con los que el Barça lideraba en 2008, primer año de Guardiola, y en 2004 (sacándole siete al segundo) o los 30 de 2006, un año en el que la Liga se acabaría decidiendo por el duelo directo entre blancos y azulgrana, tras acabar empatados a puntos.
Sin duda, la época de Guardiola fue en la que el Barcelona fue más fiable en Liga. En 2009 tenía 36 puntos a estas alturas, por los 34 de 2010 y 2011, siendo este el último año del técnico catalán. Aunque sin duda, las dos ligas en las que el conjunto culé más puntos llevaba a estas alturas fueron las post-Guardiola, una ganada y otra perdida. En la 2012/13, el equipo de Tito Vilanova no había perdido todavía, sacaba tres puntos al Atlético de Madrid y 11 al hundido Madrid de Mourinho, y solo había cedido un empate, precisamente en el Clásico (2-2). Llevaba 37 puntos, cifra que igualó un año más tarde el 'Tata' Martino, pero con un final distinto. Para ponerse en situación, 37 puntos a estas alturas es solo haber perdido dos puntos.
Un Barça menos goleador y más goleado
No solo en puntos se ve que este Barcelona está mucho peor que los anteriores a la misma altura de temporada. También en la faceta ofensiva y defensiva se nota un cambio, con un Barça, el de ahora, mucho menos goleador y más frágil en defensa. Si contamos desde la nueva etapa del club, con la llegada de Guardiola y la 'explosión' de Leo Messi en su máxima expresión, este Barcelona es el menos goleador de todos. Solo 33 goles, a 2,5 por partido, lo que si siguiera esta media, dejaría el total en 96, quedándose por debajo del centenar por primera vez en seis años. La tónica general con Luis Enrique es de un equipo mucho menos goleador que el de sus antecesores, porque con Guardiola se llegaron a alcanzar los 47 tantos en 13 jornadas (media de 3,6) o 43 con Tito Vilanova (3,3).
También en el aspecto defensivo se ve un empeoramiento. Solo ha habido un año (2012/13) en el que el Barça encajara más goles. Ahora son 14, dos más que el año pasado y más del doble que, por ejemplo, el primer año de Luis Enrique. Este dato es el cuarto peor de todo el siglo, solo superado por el mencionado 2012/13 y los años negros de Gaspart.
El mayor 'colchón' del Madrid al visitar el Camp Nou
Además de lo mencionado, hay otro dato que empeora al Barça de años anteriores. Desde hace 13 años no llegaba a un Clásico disputado en el Camp Nou a tanta distancia del Madrid. Fue en la 2003/04 cuando los azulgrana se enfrentaron a los blancos en su estadio en una situación tan lejana, a diez puntos de su eterno rival. Ahora son seis los puntos que les separan, la máxima ventaja de la que gozan los blancos desde entonces. En estos 13 años, la máxima distancia en favor de los blancos en partido disputado en Barcelona había sido de cuatro puntos, 2007/08 y 2011/12. Esta última, la de los 100 puntos del Madrid de Mourinho, era la última vez en la que los blancos habían ido al Camp Nou por delante en la clasificación. El año pasado visitaron Barcelona a diez puntos.
Con estos datos, es indudable que el Barcelona llega al Clásico en su peor momento, con dudas en todos los ámbitos y con el miedo a perder la liga en diciembre. Pero un Clásico es el partido más impredecible de todos. Los datos anteriores se borran, también las comparaciones, y se abren 90 minutos en los que nada influye lo que pasó hace días o hace años. Si no se lo creen, repasen los últimos años. Pocas veces el Clásico reflejó en el terreno de juego la diferencia que había en la clasificación.